
Mientras los sectores más exportadores de Europa se ven lastrados por la fortaleza del euro, muchas firmas norteamericanas están sintiendo el alivio de una moneda local débil
El euro/dólar consiguió cerrar el mes de julio superando la zona de resistencia que presentaba en los 1,1720-1,18 dólares por euro. ¡Objetivo conseguido! Después de varias semanas tratando de alcanzar dicha zona, el par lograba confirmar un amplio patrón de giro al alza que plantea más subidas de cara a los próximos meses.
"La ruptura de resistencias habilita la superación del techo del amplio lateral que acotaba la evolución del cruce durante los últimos dos años", señala Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, que asegura que el cruce entre la divisa única y el billete verde podría alcanzar los 1,30-1,32 dólares por euro a lo largo de los próximos meses.
Tal y como apuntan desde Afex, empresa de servicios financieros en el mercado de divisas, "el despido de Anthony Scaramucci -ex director de Comunicaciones de la Casa Blanca- y la actitud impulsiva de Trump", han avivado el comportamiento bajista de la moneda estadounidense en las últimas sesiones. No obstante, en la jornada del viernes el buen dato de empleo del mes de julio en Estados Unidos (se crearon 209.000 empleos frente a los 180.000 que se pronosticaban) impulsó al dólar más de un 1 por ciento frente al euro al inicio de la sesión en Wall Street.
Sea como sea, la debilidad se ha convertido en un mantra para el dólar desde la llegada del magnate yankee al despacho oval. Desde el 1 de enero, las monedas más negociadas del mundo se revalorizan entre un 5,5 por ciento (caso del franco suizo) y un 12 por ciento frente al dólar. En el lado opuesto del cuadrilátero, el euro está aprovechando el mal comportamiento de la divisa al otro lado del Atlántico para apreciarse frente al dólar estadounidense... y sobre la cesta de divisas más negociadas del mundo.
"Por ahora, el euro continúa canjeando la fortaleza relativa frente al dólar, apoyado por unos fundamentales fuertes", afirman desde Monex, uno de los proveedores de moneda más grandes en el mundo. E igual opinan desde Unicredit, cuyos analistas esperan que "el euro se mantenga fuerte durante la segunda mitad de 2017, impulsado por dos factores principalmente: la buena tendencia macroeconómica en el Viejo Continente y la disminución de los riesgos asociados con eventos políticos como han sido el Brexit o las elecciones presidenciales francesas".
Un movimiento que no ha sido especialmente bien recibido por algunas compañías del Viejo Continente. Los valores europeos con mayor porcentaje de ventas en EEUU se han retrasado en el mercado respecto a aquellos con más exposición al mercado doméstico en cerca de 12 puntos porcentuales en lo que ha transcurrido de año (-2 por ciento frente al 10 por ciento), aseguran desde Goldman Sachs.
Menos competitividad
"Los repuntes en la cotización de las divisas afectan negativamente a la competitividad exterior de los países, pudiendo lastrar el comportamiento de los sectores más exportadores", asegura Álvaro Manteca González, responsable de estrategias de inversión de Banca Privada en BBVA.
Y en la misma línea se posicionan desde Banco Sabadell. "Un euro en máximos lastra a las bolsas europeas, sobre todo a los índices core y a los sectores con mayor exposición fuera del euro", afirman en el departamento de análisis de la compañía, desde donde ponen el foco en sectores como el del ocio, el farmacéutico y el alimentario.
Desde Bloomberg, por su parte, señalan a firmas como BASF, Bayer, BMW, Daimler, Sanofi, Siemens, Unilever y Volkswagen como principales afectadas dentro del EuroStoxx 50. No es para menos. Según los últimos datos publicados, todas ellas tienen unos ingresos procedentes del país norteamericano que superan el 15 por ciento del total de sus ventas. De hecho, en firmas como Unilever o Sanofi, el porcentaje de beneficios procedente de fuera de Europa asciende hasta superar el 70 por ciento.
"Más o menos, cerca de un 45 por ciento de los beneficios corporativos europeos proceden de fuera de la zona euro", aseguran desde Credit Suisse. "Es por eso que estimamos que el efecto directo e indirecto de cada 10 por ciento de subida del euro frente a una cesta de divisas ponderada supone 6 puntos porcentuales en el crecimiento del beneficio por acción", aseguran desde la firma.
La empresa que se lleva el mayor disgusto este año es Anheuser-Busch Inbev, la cervecera más grande del mundo. Se trata de la compañía con más exposición a EEUU de todas las que cotizan en el EuroStoxx (el 70 por ciento de su beneficio en el último año procede del continente americano). Es, también, la firma a la que los analistas más han recortado las estimaciones de beneficio de cara a 2017. De hecho, los expertos han reducido un 20 por ciento sus previsiones para el conjunto del año, hasta dejarlas en los 7.160 millones de euros.
La otra cara de la moneda en el Viejo Continente la representa la alemana E.ON. La firma energética, que es una de las que menos beneficios obtiene fuera de la Unión, ha visto cómo los analistas estiman ahora unas ganancias un 38 por ciento superiores a las previstas a comienzos de año, hasta situarlas en las inmediaciones de los 1.400 millones de euros.
El lado opuesto de la balanza
En este sentido, las firmas norteamericanas que más beneficios repatrían a su país de la eurozona son quienes están frotándose las manos ante las expectativas de los analistas con el cambio entre la divisa única y el dólar. Un dólar débil favorece la cuenta de ventas de estas compañías en el momento en el que se conviertan a dólares las ventas realizadas en el extranjero. Muchas compañías de EEUU con una parte importante de su negocio a nivel internacional están sintiendo el alivio de una moneda fuerte.
Las ventas externas representaron el 29 por ciento de los ingresos agregados del S&P 500 en 2016 según los datos recopilados desde Goldman Sachs. En este sentido, y según la misma fuente, las empresas informaron que el 6 por ciento de los ingresos provenían de Europa. Apple, Caterpillar y Nike son el mejor ejemplo. Las tres se cuelan entre las firmas con más beneficios procedentes de fuera de EEUU en el último ejercicio, según los datos recogidos desde Bloomberg, algo que el mercado esta premiando.
No en vano, estas firmas se posicionan entre las más alcistas del Dow Jones al repuntar un 30, un 22 y un 18 por ciento, respectivamente, y baten la rentabilidad ofrecida por el selectivo yankee desde enero gracias, también, a los resultados que han publicado.
Desde Goldman Sachs aseguran que "los valores estadounidenses con la mayor exposición a las ventas internacionales se han comportado mejor en bolsa que las firmas orientadas al mercado interno gracias a la caída del dólar". Newmont Mining, Priceline y XL GroupDXC Technology y Electronic Arts son las cinco firmas del S&P 500 que más destacan para esta firma.