El pasado viernes Essilor presentó sus resultados del primer semestre del año y las ventas por parte de los inversores no se hicieron esperar, haciendo caer un 8% sus títulos en las dos sesiones siguientes hasta situarse en los 107 euros, que se corresponden con los mínimos de enero.
Los beneficios reportados no alcanzaron las expectativas de los analistas ya que estos se quedaron en 391 millones de euros en los primeros seis meses del año, frente a los 444 que el mercado esperaba.
No obstante, la penalización bursátil ha venido, sobre todo, por las propias previsiones de ventas de la compañía francesa para el resto del ejercicio, las cuales ha recortado hasta situarlas entre un 6 y un 7% por encima de las del año pasado desde el 8% que estimaba previamente.
Desde Essilor apuntan a la compra de Luxottica (anunciada en enero) como la principal causa de la peor respuesta de los clientes aunque también menciona la desaceleración del crecimiento en China y Brasil como otras de las razones de este recorte.
Las ventas del primer semestre se incrementaron un 7% a tipos constantes, sin embargo, excluyendo el crecimiento inorgánico, es decir, el derivado de la compra de Luxottica, estas se quedaron un 1,5% por debajo de las anunciadas en 2016.
Vuelve a terreno negativo
La caída de las últimos sesiones ha tenido como resultado la vuelta al terreno negativo en lo que va de año, ya que sus títulos marcan en los paneles de la bolsa de París un precio un 0,25% por debajo del que comenzó 2017.
En contraste, los analistas apenas le han recortado un 1,5% el precio objetivo hasta situarlo en los 130 euros, con lo que el potencial que se destapa ahora para sus acciones en los próximos 12 meses supera el 21%.
