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John Prestbo: "Google y Amazon renuncian al Dow por el 'prestigio' de un precio alto"

  • "No tardaremos tanto en sumar los próximos 20.000 como los primeros"
  • "Steve Jobs se negó a hacer un 'split' aunque luego cambió de opinión"

La última vez que elEconomista habló con John Prestbo, quien fuera director ejecutivo y editor del Dow Jones de Industriales, el azote de la recesión y la crisis financiera habían hecho temblar los pilares de Wall Street. Además, por aquel entonces, Steve Jobs, el fundador y consejero de Apple, presionaba a Prestbo para convertir al fabricante del iPhone en un blue chip, algo a lo que Prestbo se resistió hasta que la compañía optó por hacer un split de sus acciones en 2014. Ahora, ya retirado y centrado en su pasión por la pintura, Prestbo repasa los últimos acontecimientos en el mercado estadounidense y defiende la relevancia del Dow.

El Dow Jones ha tocado nuevos máximos históricos. ¿Cuándo lo veremos alcanzar otras metas redondas como los 30.000 o los 40.000?

Es difícil de predecir, pero es importante tener en cuenta que alcanzar los 30.000 o los 40.000 desde los niveles actuales requiere un aumento porcentual menor que en el pasado, por lo que no tardaremos tanto en sumar otros 20.000 como nos ha costado conseguir los primeros 20.000. Llegaremos a esos niveles en algún momento.

Sin embargo, el reciente ascenso hasta los niveles actuales ha sido algo precipitado. Tras más 16 años vigilando al Dow, ¿le genera cierta inquietud este tipo de subidas?

Cuanto más rápido ascendemos, más rápido podremos caer. Esta ha sido mi observación a lo largo de los años. Siempre he preferido un ascenso lento y sosegado que un incremento drástico. Estoy un poco preocupado porque hemos visto subidas demasiado rápidas en los últimos meses.

¿Considera entonces que podríamos ver una corrección inminente?

Inevitablemente. La pregunta es si tendrá las repercusiones suficientes como para que los inversores salgan despavoridos. Es entonces cuando podemos experimentar una caída más profunda. Una corrección del 10% o el 15% es un procedimiento estándar. Sin embargo, caídas superiores a estos niveles suelen llegar para quedarse durante algún tiempo.

En un momento de gran incertidumbre en Washington, ¿hasta qué punto está blindando el Dow Jones a lo que ocurra en el Capitolio y la Casa Blanca?

No más que otros indicadores bursátiles. Ciertamente hay muchas incógnitas sobre la mesa, sobre cómo se resolverá la reforma de salud, si se aprobarán las inversiones en infraestructuras, qué ocurrirá con la regulación financiera... todo está en el aire. Es por ello que vemos una influencia directa de Washington en el mercado, pero éste cuenta con un mecanismo de descuento, de ahí que casi a diario podamos asistir al voto de los inversores sobre lo que piensan que se acabará logrando o no en Washington.

¿Qué conclusión podemos sacar tras el comportamiento del Dow durante los últimos meses?

Indica que el crecimiento no se limita sólo a un sector, aunque la tecnología lidere en estos momentos. En general, desde la Gran Recesión, la recuperación es generalizada y está afectando a todas las partes de la economía y creo que esta es una situación perfecta. El avance firme, pero no sorprendente de la economía de EEUU ha jugado un papel importante a la hora de influenciar la vuelta al crecimiento a nivel global. Es interesante que en un momento en que EEUU tiene menos liderazgo político, todavía ejerce una gran influencia en el crecimiento económico y empresarial.

Algunos consideran que el Dow es un indicador obsoleto... ¿Cuál es su relevancia?

Es un referente a la hora de conocer la reacción del mercado a los acontecimientos económicos. El S&P 500 o el Russell 2000 cuentan con un mayor número de compañías; sin embargo, en el caso del Dow, todos sus componentes tienen importantes operaciones internacionales. De ahí que el Dow nos ofrezca un idea de cómo marcha la economía global y la estadounidense. La relevancia del Dow es que ofrece una visión del mercado global en lugar de una estrictamente interna.

Llegó a recibir la llamada del fundador de Apple, Steve Jobs, después de que ésta fuera rechazada para formar parte del Dow, ¿por qué se tardó tanto?

Es cuestión de percepción. Cuando estuve encargado de elaborar la composición del Dow me aseguré de que la tecnología tuviera el peso adecuado, como lo tenía en el mercado en general. Por aquel entonces la gente me presionaba para incluir a Apple, dado su tamaño y crecimiento. No podía estar más de acuerdo, pero Steve Jobs se negaba a realizar un split de sus acciones y para que el Dow funcione, sus 30 componentes deben estar en el mismo rango de precios de entre 20 y 120 dólares aproximadamente. Si hubiéramos incluido a Apple por aquel entonces, su dominio hubiera destruido el objetivo del indicador. Simplemente fue cuestión de espera. Apple cambio de parecer y ahora forma parte del Dow. La misma situación atañe a Google y Amazon.

¿Creen que existe interés de Google y Amazon en entrar al Dow Jones?

Estoy seguro que no les importaría estar, pero están atrapados en la idea de que un precio de acciones muy alto refleja prestigio. Así que parecen optar por ello en lugar de elegir el prestigio de estar en el Dow.

Usted ha seguido el Eco10, el índice de elEconomista, desde sus inicios... ¿Qué propósito recomendaría para este indicador?

Para el Eco10 el propósito debería estar influenciado por los individuos a los que está dirigido, principalmente inversores españoles y sobre todo medir la influencia de las empresas españolas en la economía global. El Eco10 debe tener como propósito diversificar la cartera de los inversores españoles, pero independientemente del caso es importante tener en cuenta que cuanto más nos centremos en ciertos segmentos del mercado y de la comunidad de inversores, básicamente sacrificamos un reconocimiento más amplio a favor de fines utilitarios para un conjunto más limitado de inversores.

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