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Ana de Pro (Amadeus): "Lo primero es el plan de inversión, segundo, una compra... y lo último, mejorar la retribución"

Amadeus está cerca de conseguir varios hitos en su historia: los 1.000 millones de beneficio, los 2.000 millones de 'ebitda' y los 5.000 millones de ventas. Su situación financiera es desahogadísima, pero el inversor no debe pensar en más dividendo como primera opción, ya que prioriza desarrollar soluciones tecnológicas o cerrar operaciones corporativas

Amadeus es una de las compañías que más gusta a los gestores internacionales de la bolsa española, como Inditex, pero que a diferencia de esta no es un valor que se prodigue en las carteras de los inversores particulares. La compañía cuenta con la mayor cuota de mercado mundial de reservas aéreas, con un 43,5 por ciento, y desarrolla soluciones informáticas. Su máxima responsable de gestión y control financiero, Ana de Pro, justifica lo que ocurre en que "cuando hicimos la salida a bolsa no había tramo minoritario y no hubo efecto mediático. Los inversores institucionales nos han ido siguiendo en estos siete años y han visto cómo hemos ido superando las cifras a las que nos comprometíamos. Tenemos una base de institucionales muy buena, con muy poco hedge fund, buena liquidez, poca volatilidad, buen dividendo, con caja segura todos los años? Cuando explicamos a la gente nuestro modelo de negocio nos lleva un tiempo, porque no es especialmente fácil de entender. Para simplificarlo muchísimo, decimos que hacemos una caja, lo que hago en la caja es muy difícil, pero me permite conectar a mucha gente con otra mucha gente para hacer las cosas mejor".

El endeudamiento está en niveles muy bajos (este año se prevé menos de una 1 vez deuda/'ebitda'). ¿El mercado espera que se produzcan más adquisiciones o se retribuya más?

Dentro del uso de capital, nuestra preferencia es hacer crecer el negocio. La prioridad número uno es que llevemos a cabo todos nuestros planes de inversión, destinando entre el 12 y 15 por ciento de los ingresos. La prioridad número dos es acelerar vías complementarias a través de compras (Newmarket International en 2013; i:FAO, 2014; Pyton, Hotel SystemsPro, Itesso, AirIT, en 2015; y Navitaire, en 2016). Y, si no se encuentra nada que comprar, los precios no nos encajan, no tiene sentido estratégico o no se presenta la oportunidad, más remuneración al accionista. Es la última opción.

Está claro que tampoco la recompra de acciones para amortizarlas es una prioridad...

Lo que no puedes decir de repente es que bajas el dividendo ordinario y se aplauda, pese a que sea por haber comprado algo fantástico.

Si la compañía se financia gratis en mercado, ¿no tiene más sentido realizar adquisiciones para elevarlo a 3-4 veces el endeudamiento?

El modelo de negocio que tenemos permitiría un apalancamiento mayor al que tenemos, porque hay contratos a largo plazo, visibilidad de los ingresos y se convierte mucho ebitda en caja? Un excel aguanta un nivel de apalancamiento mucho mayor. Cuando salimos a bolsa dijimos que estaríamos entre 1,5-2 veces deuda/ebitda. El cierre de los mercados de financiación nos decidió ir al rango más conservador de 1-1,5 veces, porque si mañana compramos una empresa grande y estamos a 2,5 veces y sale una buena compañía irse a 5 veces está en manos de las agencias de rating, de la financiación del mercado? Se pierde capacidad de maniobra. Todos nuestros accionistas lo saben y lo entienden. Ellos nos dicen que prefieren que cojamos el dinero y lo invirtamos en el negocio, porque damos mejores retornos que lo que consiguen en mercado. No hay presión de los accionistas, todos quieren el dividendo que saben que es un 50 por ciento del beneficio. Lo que también nos dicen es que si no tenemos nada más donde invertir, que les devolvamos el dinero.

Irse a un apalancamiento de cuatro veces permitiría una compra de 6.000 millones?

Cuando Amadeus salió a bolsa tenía un apalancamiento de casi seis veces, y durante la época del capital riesgo llegó a siete veces.

¿El problema a la hora de buscar operaciones corporativas es que no encuentran compañías con márgenes tan altos como el de Amadeus (20 por ciento neto y 38,5 por ciento bruto)?

Tienen que encajar muchas cosas. Que lo que compras tenga sentido estratégico, que esté dentro del ámbito de actuación, que tenga tecnología? Parte del éxito de Amadeus es que hacemos cosas que no existen. Reemplazamos sistemas que tienen las aerolíneas, los hoteles. Es muy difícil decir que compramos al que ya lo provee, porque no existe. Sí se pueden comprar compañías que proveen cosas que no es exactamente lo que haces, pero que encaja bien. Así hemos hecho Newmarket, i:FAO, Navitaire? Hacemos algo que no está, esa es la clave de nuestro éxito.

¿La compañía va asfixiada por tener que defender márgenes tan altos?

Cada negocio tiene su margen. La ventaja que tenemos es que nuestros accionistas conocen bien la compañía y saben que en cada negocio queremos sacar la máxima rentabilidad. No podemos sacar la misma rentabilidad del negocio de GDS que del de soluciones de tecnología de la información y no por ello queremos crecer más en unos que en otros.

¿Dónde ven más oportunidades para crecer?

Hay oportunidades para crecer en casi todo. El mercado potencial que todavía podemos atacar son 30.000 millones (11.000 millones en aerolíneas, 6.000 millones en hoteles?). De todo ello, hay una parte que es crecimiento orgánico, porque seguiremos creciendo; hay otra parte que es porque vas a desarrollar más soluciones; y hay otras, porque hay cosas en las que todavía no estamos.

¿Por qué no afecta a Amadeus que con la entrada de las low cost descienda el ingreso por pasajero?

No afecta porque el negocio de la distribución no está relacionado con el precio del billete. Si Viajes El Corte Inglés le vende una reserva a Iberia, yo cobro muy poco de Iberia. Pero si una agencia de viajes en Nueva Delhi compra un billete para Iberia, yo a Iberia le cobro mucho, porque las probabilidades de que un pasajero en Nueva Delhi vaya a la web de Iberia directamente y compre un billete son entre cero y ninguna. Cobramos por volumen y dónde se origina ese volumen, da igual que la aerolínea venda mucho o más caro o más barato, cobramos lo mismo.

¿Por qué bajan los márgenes entonces?

El motivo por el que bajan es, primero, por el mix. Si crecemos mucho en EEUU, es un mercado más local, que hace que los márgenes bajen. Y, segundo, porque hay presión de los competidores, que les pagan más incentivos a las agencias.

Amadeus es una compañía opable sobre todo si Trump repatría las cajas de las grandes tecnológicas con tipos impositivos bajos...

Somos una empresa vertical del mundo del viaje. Si pensamos en las grandes tecnológicas, como Apple o Google, son compañías horizontales, que intentan hacer publicidad en todos los segmentos, por lo que igual no somos el encaje perfecto. Pero si les sobra la caja y no saben qué hacer con ella... nuestros accionistas estarán muy contentos, porque pondrán una prima sobre una cotización que ya tiene un buen precio. No tenemos ningún motivo ni mecanismo de defensa.

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