
Europa vive un super año electoral, donde Francia no será la única protagonista. Alemania votará en septiembre e Italia podría celebrar elecciones anticipadas en cualquier momento. Y aún así, el dinero sigue volviendo al Viejo Continente y alejándose de Estados Unidos. Según la última encuesta de gestores de Bank of America Merrill Lynch de abril, nos encontramos ante la quinta mayor rotación de una bolsa a otra desde 1999. Es la consecuencia de que los gestores infraponderen ahora la renta variable americana al nivel más bajo desde 2008 y que sobreponderen la europea al más alto de los últimos quince meses.
Las razones de que los parqués europeos gusten más que los de la primera economía del mundo (con citas electorales incluidas) son varias. La principal es que las valoraciones en Wall Street han eliminado gran parte de atractivo de unos índices que llevan nueve años consecutivos de ganancias. Sin olvidar, tampoco, el riesgo que implica un retraso en la ansiada reforma fiscal prometida por Donald Trump. A pesar de los intentos de la Administración por explicar que llegará a tiempo, el grueso de los gestores no la contempla antes de final de año. Solo el 5% prevé que se produzca antes del verano.
Por si no fuesen motivos suficientes, Europa no solo presenta mayores oportunidades en términos de valoración, sino que también juega a favor la expectativa de que su economía siga fortaleciéndose en los próximos doce meses (así lo espera el 70% de los gestores frente al 68% de marzo) así como la recuperación de las expectativas de ganancias. El 59% espera un mayor crecimiento de los beneficios por acción a un año vista, frente al 55% del mes pasado. Todo ello ha llevado a los inversores profesionales a sobreponderar la renta variable de la zona euro hasta el 48% (máximo de 15 meses).
Incluso si hubiese una sorpresa negativa en el resultado electoral de Francia y resultase ganadora Marine Le Pen, la líder del Frente Nacional, en segunda vuelta -opción a la que se otorgan pocas probabilidades-, menos de un tercio de los gestores considera que el impacto que tendría sobre el EuroStoxx 50 sería una caída próxima al 10%. La prueba del escepticismo que existe sobre un triunfo de Le Pen es que Francia es una de las regiones que más sobreponderan los gestores en cartera para los próximos doce meses. Llama la atención, sobre todo, porque en marzo infravaloraban la renta variable de este país.
Aunque puestos a elegir la clara favorita para éstos es Alemania, un mes más. También sobreponderan Suecia, España y los Países Bajos; mientras que se muestran más negativos con Reino Unido (inmerso en pleno Brexit), Italia y Suiza.
Miedo sí, pero menos
La euforia por la bolsa de la eurozona no está exenta de inquietudes. La principal preocupación de los inversores profesionales sigue siendo que se produzca una desintegración de ésta por el auge de los populismos, pero el miedo a que suceda, eso sí, se ha reducido respecto a hace un mes. Ahora preocupa al 23% de los gestores frente a más del 30% de marzo. También genera nerviosismo un posible retraso en la reforma fiscal (21%) y en una guerra comercial (17%).
Se enfría la euforia incial tras Trump
Dejando al margen la preferencia que existe hacia la bolsa europea frente a la estadounidense en estos momentos, la última encuesta de BofAML pone de manifiesto que el aumento del apetito por el riesgo a nivel global que se produjo tras la victoria de Trump se ha estancado. Un dato que enfría el sentimiento de mercado es que el porcentaje de gestores que estima que las acciones mundiales están sobrevaloradas se encuentra próximo al nivel más alto de los últimos 17 años.