
Pese al batacazo bursátil que se llevó Nike en la jornada de ayer, los expertos siguen confiando en los fundamentales de la compañía de cara a los próximos años.
La caída de sus títulos, que ya se anticipaba en el mercado fuera de hora, finalmente fue del 7%, llevando su precio a los 53,92 dólares, niveles de principios de febrero. Todavía en el año se han revalorizado más de un 6%.
Todo esto vino acarreado por la decepción que causó entre los inversores su resultados del tercer trimestre fiscal, sobre todo, en cuanto a la cifra de ventas. No obstante, aumentó su beneficio neto hasta los 1.141 millones de dólares, un 20% más que en el mismo periodo del año pasado. Para el conjunto del año, el mercado espera que supere los 4.000 millones de ganancias.
Una de sus fortalezas, sin duda, es el incremento de la cifra de ventas y beneficio previstas para los próximos ejercicios pues el consenso que recoge Bloomberg estima que, para el año 2020, ganará un 45% más que el año pasado, 5.460 millones, mientras que el volúmen de negocio alcanzará los 44.640 millones de dólares, un 38% más que el de 2016.
Se ratifica el consejo de compra
El pánico parece que ha cundido más entre los inversores que entre los analistas que siguen la compañía. Hasta 24 casas de análisis han ratificado sus consejos previos, con lo que Nike mantiene su recomendación de compra avalada por el 62% de los expertos.
Carlos Almarza, analista de Ecotrader, destaca que "sus títulos se apoyaron en una directriz bajista ya superada, que sirvió como soporte. Desde este nivel, podría verse un rebote y una posterior fase lateral que tendría como techo el precio en el comenzó la caída de ayer, los 58 dólares".
No obstante, el experto avisa que "si pierde el suelo que encuentra en los 51,60 dólares, podría ponerse en peligro este eventual rebote. Aunque, por otro lado, si la presión compradora llevara a la cotización a superar el techo anteriormente mencionado, buscaría de nuevo mayores objetivos, en los 64-67 dólares", concluye Almarza.
Se dispara su potencial
No sólo no ha empeorado la recomendación que recibe Nike por parte del consenso sino que además, su valoración de cara a los próximos 12 meses se ha incrementado ligeramente hasta los 62,93 dólares. Esto, unido a la caída antes mencionada del precio de sus acciones, ha hecho que se dispare su potencial alcista hasta el 16,7%.
Firmas de inversión como Goldman Sachs, D.A. Davidson, Buckingham Research Group o Susquehanna Financial aumentaron el precio objetivo de Nike mientras que sólo FBR Capital Markets, Baird y Mainfirst Bank lo situaron por debajo de la media.
Una 'ganga' en el sector
Otra de las consecuencias directas del retroceso bursátil de Nike ha sido el abaratamiento por PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) pues en sólo un día ha pasado de un multiplicador de 22 veces a uno de 20,8 veces.
Esto lo que hace es aumentar el descuento con el que cotiza frente a sus grandes competidores en el denominado athleisure (moda deportiva). Mientras que Adidas, su principal rival histórica cotiza con un multiplicador de beneficios de 29,7 veces, la casa Under Armour lo hace con uno superior a las 45 veces.
