
"Estamos en un proceso de consolidación de gestoras, se ha pasado de una consolidación de bancos a gestoras ante el estrechamiento de márgenes y la aparición de nuevos actores". Así contestaba Ana Guzmán, responsable en España de Aberdeen AM a la pregunta de un periodista para que valorara la fusión anunciada apenas 24 horas entre Aberdeen y Standard Life. Una operación corporativa de la que saldrá la segunda mayor gestora de toda Europa, según un documento sobre la operación registrado en la Bolsa de Londres.
Pero la fusión entre ambas firmas británicas no es una excepción sino la confirmación de que la industria de gestión de activos tiende a la consolidación para sobrevivir. Se ha visto con Aberdeen y Standard Life ahora pero también en los últimos meses con la fusión entre Amundi y Pioneer o Janus y Henderson. De hecho, el boom de las fusiones y adquisiciones que se ha percibido en el sector es de tal magnitud que este primer trimestre del año ha sido el más activo de la última década, con operaciones por valor de 4.380 millones, según los datos de Bloomberg.
Y esto es una tendencia que no hará otra cosa que ir en aumento. Así se desprende de una encuesta realizada por Merger Market a los profesionales del mundo de la gestión de activos en la que el 56% contestó que su previsión entra que estas operaciones corporativas aumentaran de cara a los próximos doce meses. Los porqués de esta clara visión que muestran sobre el sector son varios.
El primero de ellos es quizá el más obvio: el fuerte crecimiento de la gestión pasiva de la que dan buena muestra titulares como estos publicados desde las páginas de este diario en los últimos meses como "La gestión pasiva capta seis veces más que la activa en el mundo" o "Vanguard capta el 40% de todo el dinero que entra en fondos en el mundo". De hecho, según explica Juan Ramón Caridad, director del máster de finanzas FIA, "la proliferación de ETF de smart beta (los que hacen una gestión más activa de todos) ha provocado un estrechamiento de márgenes de las gestoras más activas". No en vano, no son pocas las que han optado por reducir sus comisiones para poder competir con los ETF, fondos cuyas comisiones de gestión no alcanzan el 0,30%.
Además, esta proliferación de ETF se ha producido en un contexto de mercado en el que ha resultado muy difícil obtener buenas rentabilidades en activos como la renta fija, lo que también se ha traducido en un recorte de los márgenes de las gestoras.
No es solo culpa de los ETF
Pero hay más razones que invitan a pensar que la industria de gestión de activos se enfrenta a un nuevo contexto en el que la concentración será la clave para sobrevivir y una de ellas está en la concentración que los bancos harán hacia sus negocios más core. "Muchos están concentrando sus recursos en los negocios de banca privada, ya que dan mejores márgenes que los de gestión de activos", apunta Caridad y un ejemplo de ello se ve en la decisión de Deustche Bank de sacar parte de su división de gestión de activos a bolsa o en la decisión que tomó Santander hace un par de años de vender parte de su gestora a fondos de capital riesgo.
Y a esto se une la presión regulatoria que tiene en Europa su máxima expresión con Mifid II, que se traduce en un fuerte aumento de los equipos dentro de gestión de activos destinados al compliance donde "más de un 60% del personal de las gestores de activos están ya en departamentos de legal", según apunta Gonzalo Rengifo, responsable de Pictet en España.
La concentración de gestoras viene, por tanto, también a reducir los costes que esas presiones regulatorias suponen para los ingresos de las gestoras. "Es un movimiento defensivo con el que lo que se busca es reducir costes y ser más global, además de complementar estrategias, por lo que en este contexto las gestoras muy grandes y las más pequeñas son las que están mejor posicionadas ya que las primeras tienen volumen y las segundas, especialización", apunta un responsable de una gran gestora que prefiere no ser citado.
Aquí es donde surge la gran pregunta: ¿qué volumen debe tener una gestora para sobrevivir en este contexto? Según las fuentes consultadas, debe contar al menos con 200.000 millones de euros en activos. Pues bien, según los datos de Morningstar, de las 3.000 gestoras que existen en el mundo solo 200 alcanzan ese patrimonio.