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Prosegur Cash baja la valoración 1.000 millones en el final de la OPV: valdrá un 12% menos que la matriz

Prosegur no conseguirá su objetivo de que sus blindados valgan en el parqué más que la propia matriz, una de sus metas en la colocación de Prosegur Cash. El negocio de gestión de efectivo del grupo de seguridad echará a rodar en bolsa este viernes a un precio de 2 euros por acción, según fuentes cercanas a la operación, lo que sitúa su valoración en los 3.000 millones de euros. Prosegur Cash atrae demanda para su OPV 2,4 veces superior a la oferta.

La cifra se sitúa un 12 por debajo de la capitalización actual de Prosegur, que ronda los 3.400 millones. Los títulos de la compañía se desplomaron ayer en el parqué un 3,7% (fueron los más bajistas del Continuo) tras filtrarse que los inversores pagarán menos de lo esperado.

El precio final se dará a conocer hoy, casi dos semanas después de que comenzase el periodo de prospección de la demanda. Un periodo en el que el grupo presidido por Helena Revoredo ha viajado por Europa y Estados Unidos, sondeando a inversores institucionales, y tras el cual el debut bursátil se producirá este viernes, día 17.

El precio -2 euros- está muy cerca del más bajo del rango anunciado por Prosegur en el folleto de emisión (que iba de los 1,95 euros a los 2,35 euros) pero, a pesar de todo, las fuentes consultadas aseguran que, prese a las presiones de los compradores, la colocación está "cómodamente sobresuscrita" y que Cash ha recibido una demanda "muy importante y de calidad".

En cualquier caso, Prosegur no sólo ha revisado sus aspiraciones en lo relativo al precio. El grupo, que en un primer momento anunció su intención de sacar a bolsa entre un 25 y un 40% del capital de su filial de transporte de dinero, venderá finalmente un 25%, ampliable sólo en un 2,5% adicional (este último porcentaje, destinado a green shoe, la porción reservada a los colocadores).

Una 'foto' diferente

Mucho ha cambiado la foto de la valoración de Prosegur Cash. En base a la capitalización de sus comparables (la sueca Loomis y la estadounidense Brinks), que cotizan, de media, a 12,5 veces su ebit (beneficio antes de intereses e impuestos), la cifra inicial ascendía a 4.000 millones de euros, teniendo en cuenta que el ebit de Prosegur Cash ascendió a 320 millones de euros en 2016. En un informe del pasado mes de octubre, el Santander también situaba a la nueva cotizada en 4.000 millones, al considerar "probable" que la compañía exigiese "una prima respecto a los múltiplos a los que cotizan sus rivales". Algo que, finalmente, no ocurrirá. De hecho, el descuento que ofrecerá Cash respecto a sus dos competidores será del 25%.

El pasado 2 de marzo, en el folleto de emisión, Prosegur acotaba la horquilla de precios, tal y como se ha señalado, lo que arrojaba una valoración más modesta, de entre 2.925 millones y 3.525 millones de euros. Y el último peldaño que ha descendido la compañía es el de quedarse en la parte baja de esa horquilla, en los 2 euros por acción.

"El objetivo es hacer caja"

"Con esta operación, los fundadores de Prosegur quieren hacer caja con un negocio muy maduro", comenta José Lizán, gestor de Quadriga Funds. Un negocio que corre el riesgo de no tener éxito en sus planes de liderar el sector a nivel internacional, agrega.

El objetivo de Cash es crecer en mercados emergentes -donde el uso del efectivo aún es cercano al 100%, como el africano o parte de Asia-Pacífico- adquiriendo pequeños rivales locales, al estar el negocio de los blindados muy segmentado. Ello conlleva riesgos, al no tratarse de una expansión de la mano de grandes entidades españolas, como la que en su momento realizó en América Latina. "Como inversor, me parece más interesante estar en la propia Prosegur [que seguirá manteniendo el control de casi el 75% de la filial] que acudir a la colocación". La nueva cotizada prevé destinar a retribuir entre un 50% y un 60% de su beneficio neto, lo que, con una valoración de 3.000 millones de euros, arroja una rentabilidad por dividendo de entre el 3% y el 3,6%.

"Da la impresión de que la operación se produce en un momento idóneo, lo que permitirá a Prosegur maximizar su valor", señala Felipe López-Gálvez, de Self Bank. "La bolsa española se encuentra en máximos de más de un año y el sentimiento inversor ha mejorado, sobre todo por parte de los inversores internacionales", agrega. El analista también ve riesgos en la operación: "Su plan de expansión requerirá de fuertes inversiones para crecer vía adquisiciones; y el hecho de que la matriz tenga la intención de seguir manteniendo el control se traduce en una menor capacidad de los accionistas minoritarios para tomar decisiones".

Tanto Lizán como López-Gálvez aluden al declive del uso del dinero en efectivo como un peligro adicional que afronta el grupo.

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