
El sorprendente tirón de la demanda de petróleo ante unos precios del barril ligeramente más altos ha pillado a contrapié a muchos bancos de inversión, entre ellos a Goldman Sachs. Mientras los precios del petróleo están moviéndose desde comienzos de año en un rango estrecho, en torno a los 55 dólares en el caso del Brent (de referencia en Europa) y rondando los 53 dólares en el West Texas (en Estados Unidos), los inventarios de crudo siguen aumentando así como la producción de shale gas en Estados Unidos. Algo que lleva a los analistas de Goldman Sachs a esperar que la demanda supere a la oferta en el segundo trimestre del año.
"Las previsiones que manejábamos para la OCDE se acelerarán si la fortaleza de los recientes indicadores de la actividad, que apuntan a un crecimiento del 4% del PIB mundial, se traducen en un mayor crecimiento de la demanda de petróleo por encima de nuestro pronóstico anterior (1,5 millones de barriles diarios)", explican desde el banco de inversión.
Así, el banco espera una normalización ligeramente más rápida en los inventarios de las economías desarrolladas, apoyada por el mayor crecimiento de la demanda de petróleo que se vio el año pasado (de 1,7 millones de barriles diarios por encima de los 1,5 millones previstos por ellos) y los mayores recortes de producción entre los productores mundiales.
Se escudan, además, en la reciente comunicación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de que "los recortes se destinarán a la normalización de los inventarios, pero que estarán seguidos por nuevos récords de producción", aseguran en un informe. Y eso a pesar de que la OPEP está cumpliendo en un 94% sus compromisos de recortes para equilibrar el mercado a medio plazo, por encima del 84% previsto por Goldman.
Por qué no suben los precios
Mientras la OPEP y otras naciones han estado frenando la producción este año como parte del pacto para aliviar el exceso mundial, los perforadores de shale gas estadounidenses han estado bombeando más, con los inventarios y las exportaciones hinchándose. Lo que explica, según argumentan desde Goldman Sachs, por qué no han conseguido subir el precio del crudo.
Además, la perspectiva de una mayor producción en 2018 "probablemente continuará ejerciendo una presión a la baja sobre los precios del petróleo a largo plazo", puntualizan desde el banco de inversión. Esto se explica porque, según sus cálculos, el mercado está entrando en una nueva fase expansiva del ciclo "donde la fuerte demanda crea escasez incluso con la previsión de fuertes suministros en el futuro", añaden.