
Guatemala, 19 feb (EFE).- La llegada de un buque con bandera de Hong Kong dio hoy por inaugurada la Terminal de Contenedores Quetzal (TCQ), la más grande de Guatemala y que se vio envuelta el pasado año en una trama de corrupción que tiene en prisión preventiva al expresidente Otto Pérez Molina.
El portacontenedores, de nombre Safmarine Nokwanda, atracó sobre las 14.40 hora local (20.40 GMT) y supuso la apertura oficial de las operaciones marítimas de esta portuaria del Pacífico, considerada una de las "más modernas de Iberoamérica" por el interventor nombrado para su funcionamiento, Alexander Aizenstatd.
La llegada del buque estuvo rodeada por una manifestación de centenares de personas en la que miembros de al menos tres sindicatos mostraron su oposición a que la terminal inicie sus labores por considerar que hubo "vicios en el contrato" de la obra.
Previo al anclaje del buque, Aizenstatd dijo que su misión y función es "administrar la terminal y hacerla productiva", además de "garantizar que opere con transparencia", pero que en ningún momento busca esconder "bajo la mesa o la alfombra los señalamientos de opacidad de lo que pudo haber sucedido aquí".
El buque, propiedad de la empresa Maersk -un conglomerado de negocios internacional fundado en Dinamarca en 1904-, provenía de Panamá, tiene capacidad para 5.000 contenedores de 20 pies y tiene unas dimensiones de 266 metros de longitud por 37,5 metros de ancho.
TCQ, ubicada en el municipio Puerto de San José, dispone de un gran equipamiento digital que permite un mayor control y fiscalización de aduanas.
La terminal, que tiene todos los procesos "automatizados", puede recibir buques de "altas dimensiones", de hasta 300 metros de eslora (longitud) y 48 metros de manga (ancho).
La red de corrupción que surgió por las obras de ampliación del Puerto Quetzal, donde se ubica la terminal, supuestamente estaba liderada por Pérez Molina y la exvicepresidenta Roxana Baldetti, quienes exigieron a la empresa TCQ el pago de un soborno de unos 30 millones de dólares para adjudicar el proyecto, valorado en 255 millones de dólares.
La ampliación del puerto, en el departamento sureño de Escuintla, empezó en agosto de 2014 y se produjo a través de un usufructo entre TCQ y la Empresa Portuaria Quetzal (EPQ).
La holandesa APM Terminals es dueña del 85 % de TCQ, que administra la terminal y las obras de ampliación del Puerto Quetzal, mientras que el otro 15 % es propiedad de la Corporación Financiera Internacional (IFC), entidad del Grupo Banco Mundial.
La trama tiene en prisión preventiva al expresidente y la exvicepresidenta, además de otros funcionarios y empresarios, todos a la espera de saber si deben enfrentar un juicio por esta causa, que se descubrió en abril de 2016.
El interventor volvió a reconocer este domingo que el estado financiero de TCQ sigue siendo "crítico" porque no está generando ingresos al no haber operado a tiempo y su deuda asciende a 26,5 millones de dólares, una situación financiera que impide, por ejemplo, adquirir un equipo de rayos X que cuesta unos 6 millones.
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