
La encuesta a gestores que elabora Bank of America Merril Lynch refleja cómo los profesionales de la industria esperan que el gobierno estadounidense apruebe la reforma a los impuestos antes de 2018: un 39% cree que se hará a final de año, y un 23% la espera para antes de agosto.
Un tercio de los encuestados considera que sí habrá que esperar al año que viene para que se reduzca el impuesto de sociedades en Estados Unidos, mientras un 9% no se atreve a lanzar estimaciones. Ningún gestor cree que la ley no consiga aprobarse en el país.
Al margen de la política en el gigante norteamericano, los resultados de la encuesta destacan cómo el miedo a que la Unión Europea se desmiembre es el principal temor de los profesionales de la inversión en el mundo en este momento. Un 36% considera este el mayor riesgo que hay en este momento, mientras que hace un mes se encontraba en el cuarto lugar, siendo la mayor preocupación la posibilidad de que se inicie una guerra comercial. Este último factor es ahora el segundo riesgo más importante, seguido de la posibilidad de ver un crash en los mercados globales de deuda.
Eso sí, la fotografía macroeconómica ha mejorado durante los últimos meses: los expertos que ven posibilidad de que haya una ralentización de la economía global se ha reducido a la mitad desde hace un año. Entonces un 88% esperaba esta situación, mientras que ahora lo prevé un 43% de los encuestados.
Respecto a los factores que podrían terminar con el mercado alcista que estamos viendo en los últimos ocho años, los gestores creen ahora que las políticas proteccionistas son las que tienen más papeletas para conseguirlo, con un 34% de encuestados marcando este factor como el más probable. El incremento de tipos de interés está en segundo lugar, con un 28% de los encuestados, mientras que un evento financiero o que disminuyan los beneficios empresariales se encuentran en tercer y cuarto lugar, respectivamente.
Los bonos todavía no amenazan a la bolsa
Los gestores lanzan sus estimaciones sobre el momento en el que los bonos van a ser tan atractivos para los inversores que terminen eclipsando a la bolsa, y causando un mercado bajista. Para ellos, la rentabilidad que debería ofrecer la deuda para empezar a pisar a la renta variable se encuentra entre el 3,5% y el 4%: un 64% marca ese nivel. Frente al mes de enero, han rebajado medio punto este nivel.