
El entorno de tipos cero ha obligado a muchas gestoras a reinventarse para poder ofrecer a sus clientes productos con los que conseguir algo de rentabilidad sin asumir demasiados riesgos. Una de ellas es Nordea Asset Management que, junto a Deutsche Bank, acaba de traer a España Nordea 2- Balanced Growth Target Date Fund, el primer fondo de inversión hygge. Un producto basado en el espíritu de vida danés y valores nórdicos que encajan con la tranquilidad, el bienestar, la estabilidad... en definitiva, sentirse protegido pero no invirtiendo en valores zen, sino en compañías con baja volatilidad.
El momento para hacerlo es, para Luis Martín Jadraque, director del Centro de Inversiones de Deutsche Bank, el ideal porque "el cliente va a empezar a sentir ahora la carencia de rentabilidad". Y es que tras una década en la que los activos de renta fija han subido de forma consistente (algo muy difícil de lograr a partir de ahora), "existe una diferencia entre lo que los mercados ofrecen y lo que los inversores demandan", puntualiza Cristian Balteo, especialista de producto de Nordea AM.
Eso sí, hay tres cosas que el inversor debe tener claras antes de contratar un producto así: no es un fondo garantizado, es un fondo objetivo con vencimiento en 7 años; el fin es preservar el capital y ofrecer un dividendo no garantizado del 3% anual; y tiene una comisión de reembolso del 3% durante el primer año de vida del fondo (a partir de los 5 años desaparece).
Cómo se construye una cartera hygge
Tal y como explica Balteo, el objetivo es buscar un equilibrio estructural y que la cartera sea "todo terreno"ante los movimientos de mercado. Esto se consigue haciendo un contrapeso entre aquellos activos que se comportan bien en entornos favorables con otros que sean más defensivos en entornos recesivos, lo que se traduce en una exposición entre el 30 y el 50% a bolsa, entre el 0 y el 30% a renta fija y un 15% a divisas.
En la parte de renta variable buscan compañías que denominan "stable equities", es decir, que filtran aquellas que tengan poca beta y cuyos flujos de caja libres tengan poca dependencia del entorno, explica Balteo, ya que el principal riesgo de una cartera mixta viene por el lado de renta variable.
En renta fija, "buscamos algo que nos compense el riesgo en renta variable con activos que lo hagan bien cuando ésta lo haga mal". Un refugio que encuentran en los bonos de muy alta calidad.