
Con apenas tres sesiones por delante en el mercado español, es hora de hacer balance de lo que ha dado de sí 2016 en las compañías cotizadas. En un ejercicio tan convulso para la renta variable europea en general y para la española en particular, los bajistas han ofrecido grandes titulares. Por ejemplo, este tipo de inversores que toma prestadas acciones con la expectativa de que caigan en bolsa para venderlos y recomprarlos más tarde, ganando con la diferencia, han marcado máximos históricos en firmas como Dia, Abertis, Telefónica o Banco Popular. No obstante, también han protagonizado importantes espantadas tal y como pone de manifiesto Meliá Hotels.
La hotelera se ha convertido en la empresa española en la que más se han reducido las posiciones cortas en 2016, pasando del 11,93% con que comenzaba el año al 0,7% con el que finaliza (el martes la CNMV publicó la actividad de los cortos en los últimos quince días, siendo la última comunicación del año). Una evolución que cobra más relevancia si se tiene en cuenta que hace poco más de dos años el grupo marcó el hito de ser el valor español con más bajistas en su capital con un 16,8%, una cifra que por ahora nadie ha superado (Dia es actualmente la que cuenta con más porcentaje de su capital invertido a la baja con un 15,4%).
En esta significativa reducción influyen varios factores. Esencialmente, la amortización del bono convertible que había provocado que este tipo de inversores creciesen como la espuma. Por otro, la mejora de los fundamentales de la empresa. Si bien arrancó 2016 con una recomendación de compra sobre sus títulos, ésta se ha afianzado de cara al término del año con un 75% de los expertos que la sigue aconsejando adquirir sus acciones. Así, cuenta con la mejor recomendación de todo el Ibex 35.
Además, se sitúa entre los componentes del índice que mejorarán más su beneficio en el presente bienio (2015-2017), según las previsiones. Los expertos prevén que más que duplique este año las ganancias cosechadas en 2015, hasta alcanzar los 88 millones de euros, mientras que para 2017 se esperan 113 millones. A este respecto, uno de los principales catalizadores de la compañía, que volvió al Ibex en 2016 trece años después, es la mejora del turismo. De hecho, este verano España, que supone más de un 40% de la facturación, ha batido récord de turistas.
Otro de sus alicientes se encuentra en la fortaleza del dólar, que este año se ha revalorizado cerca de un 4 % frente al euro desde enero. Tal y como explicaba Gabriel Escarrer, al frente del grupo, en una entrevista a este periódico hace unos meses, "el 57% de los ingresos de Meliá es en dólares. Me atrevería a decir que somos una compañía dolarizada basada en España y cada vez con más énfasis en ganar más peso en dólares: por la estabilidad que aporta y por la solidez que significa el cliente norteamericano. En Latinoamérica y Caribe todos los ingresos vienen denominados en dólares y nuestros gastos son en moneda local".
Indra tiene premio
Otra de las empresas del mercado español que ha logrado deshacerse de manera importante de los bajistas es Indra, que ha visto como estos inversores han descendido en casi 820 puntos básicos en el año. Todavía, un 2,45% de su capital está invertido a la baja. En su caso, la reestructuración que está afrontando la tecnológica es la clave. Fernando Abril Martorell llegó a la firma el año pasado con el objetivo de realizar una profunda limpieza y aunque el mercado duda de que se cumpla el Plan Estrátegico 2015-2018 en su totalidad, los cambios comienzan a dar sus frutos. De hecho, se prevé que este año deje atrás las pérdidas y logre un beneficio de 87 millones de euros.
Asimismo, las firmas de inversión han valorado positivamente la opa (oferta pública de adquisición) que Indra lanzó por el cien por cien de Tecnocom, ya que permite ganar tamaño a la compañía sin diluir en exceso a los accionistas.