La reserva de divisas de China, la mayor del mundo, sufrió en noviembre su mayor caída desde enero y se situó en 3,05 billones de dólares (2,84 billones de euros) tras restar un 2,29%, el equivalente a 69.000 millones de dólares, con respecto a octubre. Mientras, el yuan sigue en mínimos de ocho años, y los esfuerzos por sostener la divisa podrían estar detrás de esta nueva caída de las reservas.
Según los datos publicados hoy por la Administración Estatal de Divisas, noviembre fue el quinto mes consecutivo en que menguaron los depósitos en moneda extranjera del Banco Popular de China.
Así, la reserva de divisas de la segunda economía mundial, que empezó 2016 en 3,23 billones de dólares, ha perdido a lo largo del año 180.000 millones de dólares, un 5,57% del volumen que tenía al comenzar del ejercicio. Además, significa que China ha 'quemado' casi una cuarta parte de sus reservas desde que tocaran máximos de 4 billones de dólares en junio de 2014.
Intervención del yuan
Aunque las autoridades chinas no dan ninguna explicación sobre las oscilaciones en la reserva de divisas, los analistas atribuyen su disminución a que han sido utilizadas por parte del banco central para intervenir en el mercado interbancario y estabilizar el valor de su moneda, el yuan, cada vez más devaluada frente al dólar.
El tipo de cambio de la divisa china con la estadounidense tocó en noviembre su nivel mínimo desde 2008, al superar los 6,9 yuanes por dólar, aunque desde entonces la moneda asiático se ha fortalecido ligeramente -su cotización de referencia fue hoy de 6,88-.
"Una gran disminución de las reservas de divisas de China confirma que el Banco Popular tuvo que acelerar su intervención en vista de un dólar estadounidense al alza y de flujos de salida de capitales más rápidos", señaló el economista de la firma de análisis Capital Economics Julian Evans-Pritchard, en una nota a clientes.
Para este experto, la baja cotización del yuan con respecto al dólar incentivó en noviembre la que fue "probablemente" el mayor episodio de salidas de capitales desde el "pánico" que se vivió a principios de año, pero reconoció que esas sospechas todavía no se pueden confirmar con cifras.
La semana pasada, varias agencias gubernamentales chinas, entre ellas el Ministerio de Comercio y el banco central, anunciaron un aumento de sus controles sobre las inversiones y las compras corporativas en el extranjero, para garantizar que los movimientos notificados sean reales y no camuflen salidas de capitales.