
El pasado 7 de octubre, la libra se hundía de manera súbita en la sesión asiática, sufriendo la peor caída desde el día del Brexit. En pocos segundos, el desplome rondaba el 6% frente al dólar, aunque poco después se recuperaba a niveles más 'normales'. Se buscó a los sospechosos habituales: una errata en una orden de compra, unos algoritmos que amplifican los movimientos... y ahora, la investigación oficial de las autoridades británicas señala directamente a un trader del banco Citigroup en Japón, que habría entrado en pánico y colocado numerosas órdenes de venta sobre la libra, lo que habría exacerbado su caída.
Es lo que se desprende de la investigación, de la que ha tenido conocmiento el diario Financial Times, aunque asegura que las ventas de divisa británica no se iniciaron en la mesa del banco estadounidense, aunque allí se habrían incrementado por los movimientos de este operador. De hecho, la investigación está centrada en un "incidente aislado", según sus fuentes.
Ese día no hubo ninguna noticia en especial detrás de esos dos minutos de pánico. Como en otras ocasiones, los rumores se dispararon durante ese breve lapso de tiempo: unos hablaban de una postura muy dura desde Francia sobre el Brexit (el presidente Hollande dijo que Reino Unido "tenía que pagar un precio") y otros hablaban de un célebre fat finger (error que se comete al introducir datos en un sistema informático).
Los investigadores del Banco de Inglaterra no están particularmente preocupados por los movimientos erráticos de la libra previos al flash crash, algo no demasiado infrecuente en las sesiones nocturnas. Pero el caso del 7 de octubre muestra como la supervisión dentro de un banco y el control de riesgos pueden no ser los adecuados, poniendo en peligro, aunque fuera por dos minutos, la estabilidad financiera.
Pánico vendedor
Según las fuentes del FT, este operador comenzó a diseminar órdenes de venta mediante una herramienta llamada "Aggregator" y en ese momento, en palabras de un trader de otro banco, fue cuando "se desató el infierno" con la libra. Durante un corto periodo, estas órdenes de venta tuvieron 0 interés por la otra parte, un evento inusual pero que se produjo por la escasa liquidez y los temores sobre la libra tras el Brexit. A pesar de ello, las órdenes de venta siguieron entrando desde la mesa de trading de Tokio.
Las conclusiones preliminares apunta a que Citi no habría obtenido ningún beneficio con este movimiento, además de que había otras entidades también queriendo vender libras. Todo habría resultado ser un momento de pánico de un trader que habría provocado el flash crash. En condiciones normales, este error no habría provocado la caída, ya que el mercado habría contado muchos más actores comprando y vendiendo divisas.
El Banco de Inglaterra no ha querido hacer comentarios adicionales y tampoco descarta la influencia de los algoritmos en lo sucedido. Mientras, Citi se ha limitado a emitir un comunicado en el que asegura que se tomaron las medidas adecuadas y los sistemas de control del banco funcionaron correctamente. El Banco Internacional de Pagos está preparando su propio informe que presentará en enero.