
Los últimos días previos a la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo -OPEP- están siendo agitados para los responsables de las negociaciones de cada país, y también para el mercado. Arabia Saudí, el principal productor de la Organización, hizo que el viernes pasado el crudo llegase a caer más de un 4% al cancelar su participación en una reunión con productores no-OPEP -Rusia, principalmente-.
Sin embargo, el Brent llegó a subir este lunes más de un 3% en el parqué, rozando los 49 dólares y el avance de West Texas estadounidense fue similar, con un volumen de negociación superior a la media de los últimos 100 días en un 27%. Ahora, el barril americano cotiza en el entorno de los 47 dólares. La postura de Iraq fue un apoyo para los alcistas: Jabbar al-Luaibi, ministro de Petróleo de país, destacó que es "optimista" respecto a alcanzar un acuerdo positivo para toda la Organización.
Al cierre de sesión, el petróleo de Texas (WTI) subió un 2,21% y cerró en 47,08 dólares el barril, mientras que el barril de petróleo Brent para entrega en enero cerró hoy en el mercado de futuros de Londres en 48,24 dólares, un 2,11% más que al término de la sesión anterior.
La nueva postura de Iraq -hasta ahora el país pretendía quedar exento de recortar, debido a la lucha que mantiene con los terroristas dentro de sus fronteras- parecen haber eclipsado la reticencia saudí, teniendo en cuenta la subida en el precio del petróleo que se produjo este lunes a pesar de que el domingo, Khalid Al-Falih, ministro de Energía saudí, todavía añadió más incertidumbre al posible acuerdo al destacar, por primera vez desde que se planteó la cuestión a finales de septiembre, que "quizá no sea necesario un recorte de la producción de la OPEP". También apuntó a la posibilidad de que una recuperación del consumo sería suficiente para evitar más caídas de los precios, y explicó que la OPEP no debía reunirse con otros productores antes de determinar su propia estrategia.
Mientras tanto, otros países siguen intentando cerrar el pacto: representantes de Argelia y Venezuela viajaron a Rusia para tratar el tema, después de una reunión con Irán el día previo.