"Es el momento de dar un descanso a la libra". Así lo han considerado dos de las firmas de gestión de fondos más grandes de Reino Unido: Standard Life y Kames Capital. El camino incierto emprendido por Reino Unido tras el referéndum de junio hace pensar a los expertos en una larga travesía para la divisa británica. La Oficina Estadística ha confirmado el crecimiento del 0,5% del PIB en el tercer trimestre.
"Estamos ante un camino largo y lento que puede durar una década", asegura Andrew Milligan, jefe de estrategia global de Standard Life, a Bloomberg. La libra ha sido "la cabeza de turco" en los mercados de divisas, señala Stephen Jones, jefe de inversiones de Kames.
Lo cierto es que es la divisa con peor evolución este año, junto con el peso mexicano, que fue duramente castigado tras la victoria electoral de Donald Trump en EEUU. Y es que, la libra acumula un descenso de en torno al 16% desde el Brexit, algo excesivo si se tiene en cuenta que se desconoce la relación que tendrá Reino Unido con la Unión Europea (UE) y sus implicaciones económicas.
Según lo previsto, el proceso de salida de Reino Unido de la UE será largo. De momento, el Parlamento británico deberá decidir si el Gobierno de Theresa May puede iniciar el proceso de divorcio, una autorización que ha trastocado los planes de May, que tenía previsto iniciar los trámites de abandono en marzo.
Tras la intromisión del Parlamento, el Gobierno ha presentado un recurso de disconformidad a esta medida, algo que tendrá que ser estudiado a principios de diciembre. Posteriormente, el futuro es incierto debido a la novedad de los acontecimientos.
Desde Standard Life estiman que los mercados y en particular la libra han descontado el hecho de que la economía tenga que afrontar un gran ajuste estructural. Lo cierto es que, de momento, la economía británica aguanta pero se espera que empiece a arrojar síntomas de debilidad a partir del año que viene.
Recorte de la previsión de crecimiento
De hecho, el ministro de Finanzas británico, Philip Hammond, se ha visto obligado a recortar la previsión de crecimiento económico de cara a los próximos dos años. El Gobierno contempla ahora un crecimiento del 1,4% en 2017, ocho décimas por debajo del previsto en marzo, mientras que para 2018 el ejecutivo ha rebajado cuatro décimas la expansión de la economía, hasta el 1,7%.
No obstante, la previsión de crecimiento para 2016 se ha incrementado una décima, hasta el 2,1%. El Ejecutivo cifra en 122.000 millones de libras (143.181 millones de euros) el impacto negativo ocasionado por el Brexit.
Con respecto al endeudamiento, el Gobierno prevé unos 'números rojos' durante los próximos cinco años 122.000 millones de libras (143.181 millones de euros) superior al contemplado en los Presupuestos de 2016.