
El pesimismo se instaló esta mañana en las bolsas asiáticas, que acogieron el desplome de ayer de Wall Street con caídas terroríficas en todos los mercados. El Nikkei japonés ha llegado a perder por momentos el 11,4%, tocando unos mínimos de 8.115,41 puntos, su nivel más bajo desde mayo de 2003 y ha cerrado con una caída del 9,62%. El pánico se ha desatado también en Asia.
"Esto es más que pánico", dijo Oh Hyun-Seok, de Samsung Securities, a Dow Jones Newswires. "Después de las pérdidas de General Motors, la inquietud sobre la economía mundial se agrava y no hay ningún indicio de mejoría de las condiciones del crédito", añadió.
Lo mismo consideran los analistas de Bolságora en el flash intradía, donde destacan que las bolsas asiáticas "continúan su fase de caída libre, que en el caso del índice Nikkei no encuentra soporte alguno hasta los mínimos de 2003 en los 7600 puntos; que son el origen del último gran movimiento alcista de entidad en el medio - largo plazo."
En opinión de estos expertos, "seguimos sin poder observar ninguna pauta ni evidencia técnica que permita pensar que antes del alcance de este soporte pueda formarse un rebote."
Las pérdidas del selectivo japonés han sido finalmente del 9,62%, hasta 8.276,43 puntos. En el resto de mercados del continente, Hong Kong ha cerrado con una caída de más del 9%, mientras que Australia ha perdido un 8,3% y Corea pierden más de un 7%, mientras que China es la mejor parada, con Shanghai retrocediendo un 3,57% y Shenzen un 5,54%.
"Tenemos un mercado completamente destrozado, donde las valoraciones es mejor ni mencionarlas", señaló a MarketWatch Benjamin Collet, de Daiwa Securities. "Hemos visto una cascada de eventos que han forzado a los inversores a deshacerse de sus acciones bajo una presión enorme", añadió.
"Creo que la gente está tratando de liquidar posiciones, pero ni siquiera hay compradores en el mercado. Está en la naturaleza de los mercados, hay muy poca gente dispuesta a comprar acciones", señaló Andrew Sullivan, de Main First Securities. "Un montón de gente sentada sobre su dinero en efectivo está feliz de estarlo en este momento", añadió, al tiempo que recordó que las ventas en Japón podrían haber sido intensificadas por las vacaciones del lunes.
Indonesia optó por mantener la suspensión de las cotizaciones por tercer día consecutivo, una medida de emergencia tomada en la Bolsa de Yakarta el martes pasado para evitar la sangría de pérdidas, tras recortar el 10 por ciento de su valor.
"La situación no está aún clara. Nuestra intención es prevenir situaciones más profundas de pánico. Permaneceremos cerrados indefinidamente mientras vigilamos la evolución de los acontecimientos", dijo el presidente de la bolsa, Erry Firmansyah.