
A pesar de que continuará saliendo inversión en China, el experto cree que la situación del gigante asiático ya se ha normalizado y no volveremos a ver una devaluación como la de agosto de 2015 y el pasado enero. Balcells destaca el buen momento de los emergentes, después de años complicados, aunque hay que ser selectivo con estos países
Francesc Balcells es vicepresidente ejecutivo de Pimco -la empresa que más renta fija gestiona del mundo- y gestor de fondos especializado en mercados emergentes. Con más de 20 años de experiencia en el mundo de la inversión, Balcells ha pasado por el Fondo Monetario Internacional, entre otras entidades. El experto nos da su visión sobre estos mercados, donde la recesión parece ser ya cosa del pasado.
¿Cuál es la foto general para los mercados emergentes en este momento?
Los últimos años han sido bastante desastrosos, por las reacciones al tapering en Estados Unidos, después fue China, luego las materias primas... ha sido como la tormenta perfecta. Pero muchos de estos fenómenos están cambiando. Si bien la Reserva Federal (Fed) subirá tipos en diciembre, nuestra visión es que será muy gradual, en línea con lo que descuenta el mercado y la Fed sigue bajando las perspectivas de tipos a largo plazo. Sobre China, creo que ha encontrado la fórmula de equilibrio: el objetivo estaba antes centrado en la relación bilateral con el tipo de cambio del dólar y su enfoque está ahora puesto en la cesta de monedas, lo que reduce la volatilidad en el tipo de cambio con el dólar. En resumen, el mercado está sabiendo recoger bien las señales que manda la Fed, mientras los otros grandes bancos centrales, el europeo, el japonés y el británico, siguen con su expansión monetaria. China es menos disruptiva y las materias primas se han estabilizado, algo que es muy importante para mercados emergentes.
¿Cree que las materias primas permanecerán estables en los precios actuales?
Lo que hemos visto es que, sobre todo en el petróleo, ha habido mucha destrucción de oferta. No es que seamos muy alcistas en el crudo: lo vemos entre 45 y 55 dólares. Creemos que el petróleo se quedará en este rango, aproximadamente. No lo vemos otra vez en 30 dólares, pero sostenerlo a estos niveles también me parece difícil.
Pero, en su fondo tienen posiciones grandes en petroleras, como Pemex.
Sí, tenemos algo, pero no significativo y tiene que ver con cómo manejamos la estrategia. En los mercados emergentes te encuentras muchas veces estas empresas de mayoría estatal. Pemex es un ejemplo extremo, en el sentido en que es todo capital estatal. Encuentras muchas de estas empresas y lo que nosotros hacemos es que las compramos por el diferencial sobre el soberano, cuando el riesgo es muy parecido, ya que es muy difícil pensar que el Gobierno de México vaya a dejar caer a Pemex. Cuando consideramos que el diferencial es atractivo, en lugar de comprar el soberano en forma de deuda externa, preferimos comprar a través de este canal y capturamos ese diferencial. Es una estrategia para generar rentabilidades adicionales en la cartera. Necesitas una visión de la deuda del país, en general, y en el caso de México, nuestra perspectiva es bastante positiva. Es una economía bien manejada, desde el Banco Central hasta Hacienda; sus números fiscales son buenos.
Esperan que la bolsa emergente ofrezca más rentabilidades que los desarrollados. En esta nueva normalidad que estamos viendo en el mercado, ¿son los emergentes los nuevos protagonistas?
Yo veo que muchos están cambiando para bien. Antes teníamos la tormenta perfecta de la que hablaba, pero ha cambiado. Desde un punto de vista fundamental se puede apreciar cómo está volviendo el crecimiento. Miras la inflación, que la tuvieron disparada, y se está estabilizando. Ves las balanzas de pago, y también muestran salud. Países como Rusia, Brasil... tenían déficit de cuentas corriente muy grandes, que ya se están arreglando. Veo que las cosas están mejorando. Lo que pasó en mercados emergentes es que antes estaban en un círculo vicioso: salidas de capital, tipos de cambio que se van a la baja, inflación subiendo, bancos centrales que tenían que subir tasas, y más recesión. Más recesión, a su vez, significaba más salida de capital... y así seguía el círculo. Ahora, sin embargo, los emergentes están viviendo la situación contraria: entrada de capital, monedas que se revalorizan, inflación que baja, bancos centrales que pueden bajar tipos y esto ayuda mucho a poder salir de las recesiones. Aun así, esto no quiere decir que ocurra en todos lados. Son muchos países y hay historias de todo tipo, y todavía hay algunos con riesgo político, como Sudáfrica o Turquía.
En China sigue la salida de capital. ¿Cree que puede volver a dar otro susto?
Nosotros estamos por debajo del consenso respecto a su crecimiento y esperamos el 6 por ciento. Creemos que seguirá esta salida de capitales, por lo que estamos cortos en yuan en nuestras carteras. Ahora, una cosa es ser negativo en yuan, que lo somos, pero no creo que vayamos a ver nada parecido a los movimientos de agosto de 2015. Creo que el Banco Central va a manejar esto de otra forma, enfocándolo más a la cesta de divisas.
¿Les interesa el mercado en África?
Sí, pero invertimos con prudencia. Una de nuestras preocupaciones es la liquidez, ya que en algunos de los mercados locales de renta fija es inferior a lo que desaríamos. Si entramos, hemos de tener una visión de largo plazo. El otro problema, que no es sólo nuestro, es que la transparencia deja mucho que desear. No dispones de muchos datos. Necesitas dedicarle atención muy especial. Es intenso, en términos de trabajo, y al final son países muy pequeños en el contexto de tus carteras. Sin embargo, sí que hay buenas oportunidades, que generan grandes rentabilidades.