Los augurios sobre la renta fija empiezan a ser tangibles. En las últimas semanas las ventas de este activo han provocado que su precio caiga originando pérdidas latentes en las carteras de los inversores. Cuando su precio cae, las rentabilidades suben (al revés que en la bolsa). Eso explica que la cantidad de deuda con rentabilidades negativas a nivel mundial esté menguando. Según Bloomberg, en las dos primeras semanas de octubre se ha reducido en un 13% respecto a septiembre, hasta los 10,4 billones de dólares. Se trata de la mayor caída mensual desde diciembre.
A día de hoy existen 1,8 billones de dólares menos en bonos con intereses por debajo del 0% que hace tan solo tres meses y medio: en junio marcaron récord en los 12,2 billones de dólares. El mes en que Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, empezó a comprar deuda corporativa, además de la pública que adquiere desde marzo de 2015.
Según datos del índice Bloomberg Barclays Global Aggregate, cuyo precio ha sufrido en las últimas dos semanas el mayor descenso de los últimos 19 meses, de esos 10,4 billones de dólares de deuda con rendimientos negativos, el 90% corresponde a bonos soberanos (9,4 billones de dólares), mientras que el 10% restante se reparte entre deuda corporativa y bonos de titulización.
Por países, Japón es el que acumula una cantidad de deuda con retornos negativos superior, concretamente la mitad de toda la que existe en el mundo (5,3 billones de dólares) -recientemente ha anunciado un cambio en su programa de estímulos para tratar de mantener los tipos a largo plazo en el entorno del 0%-, mientras que en Europa la cifra alcanza los 4,6 billones, con Francia y Alemania en cabeza.