El Gobierno tranquiliza a los clientes y empleados de Fortis ante la compra por BNP

Bruselas, 6 oct (EFE).- El ministro de Finanzas Didier Reynders trató hoy de tranquilizar a los clientes, accionistas y empleados del banco Fortis, que pasará a estar bajo control del francés BNP Paribas, con el argumento de que la operación pretende lograr un "futuro lo más estable posible" para la entidad.

"Hemos buscado apoyo en un grupo bancario profesional", aseguró Reynders en declaraciones a la radio pública RTBF, en "una operación dirigida siempre a proteger a los ahorradores".

El ministro recalcó que el dinero del banco sigue siendo propiedad de todos sus clientes y se dirigió a los accionistas para decirles que el Estado está "comprando los títulos, no expropiándolos".

El ministro recordó que el Estado belga mantendrá el 25 por ciento de la división bancaria de FORTIS <:FORB.BR:>(FORA.AM)y que gracias a esta operación se convertirá en el máximo accionista del BNP Paribas con un 11,7 por ciento del capital.

Reynders insistió en que con la operación acordada este fin de semana se trata de devolver la confianza al conjunto del mercado y a los clientes.

A la pregunta de por qué se ha optado por una entidad extranjera para salvar a Fortis, señaló que "nos hemos apoyado en el mejor grupo financiero del mundo que es la mejor garantía en el mercado, pero el estado belga permanece presente y de manera fuerte".

Respecto al personal del banco, indicó que BNP ha adquirido "compromisos claros" y explicó que el grupo francés pretende mantenerse como la primera entidad bancaria en Bélgica.

En cuanto al cambio con respeto al fin de semana pasado, cuando Bélgica ya nacionalizó el 49 por ciento de Fortis banca en el país, Reynders afirmó que "si uno quiere vender su casa espera a la mejor oferta".

Reynders hizo hincapié en la pérdida de valor de los títulos de Fortis -en lo que va de año han caído casi el 70 por ciento- y subrayó que de no ser por la intervención estatal habrían continuado depreciándose.

Por último, el ministro se refirió a la situación de Dexia, cuya situación financiera es objeto de especulaciones desde hace semanas y que ya fue objeto de una operación de rescate franco-belga la semana pasada.