
Ha sido el gran refugio de los inversores en 2016. El soporte de las compras del Banco Central Europeo (BCE), unido a las caídas de las bolsas en el año, ha prolongado un rally de la renta fija que está cerca de llegar a su fin para los expertos.
Entretanto, los fondos que invierten en este activo ya han captado 4.200 millones de euros, siendo la mejor categoría en los tres primeros cuartos de 2016. Y cosechan rentabilidades que alcanzan el 5%, tanto en deuda gubernamental como en la corporativa (en ambos casos en euros), según los datos de Morningstar.
Gestores y analistas llevan meses repitiéndolo: la renta fija ya no es segura. Pero este activo parece empeñado en llevarles la contraria: en los nueve primeros meses del año las ganancias en fondos rozan hasta el 15% en algunos casos. De media, el 5% que este año han ganado los partícipes de fondos supera, con creces, el alza del 0,73% que obtuvieron el año pasado con la deuda pública; y ni que decir tiene que mejora el 0,59 que perdieron con la corporativa. Muestra de este buen hacer es que, según los datos de Morningstar, tan solo un 3% de ellos sufre pérdidas en 2016.
Con este atractivo, mejorado por la alta volatilidad y la tendencia bajista de las bolsas, no es de extrañar que los inversores hayan buscado aquí cobijo. Según los datos adelantados de VDOS Stochastics (hasta el día 24), estos productos han recibido suscripciones netas por valor de 726 millones de euros, de los 1.199 millones netos que han entrado en total en la industria. Por detrás de ellos, los garantizados y los de renta variable han captado 310 y 215 millones en el mes de septiembre, respectivamente; mientras que los mixtos (superventas del año pasado) siguen perdiendo fuerza: solo han recibido 47 millones en el mes. En el lado opuesto, han salido 131 millones de los monetarios.
Riesgo de pérdidas
A pesar de este buen comportamiento, no son pocos los expertos que alertan de que las rentabilidades que se pueden obtener de aquí en adelante empiezan a no compensar las posibles pérdidas que el ahorrador podría asumir; cuánto más, teniendo en cuenta que el perfil de este tipo de inversores suele ser bastante conservador. Amílcar Barrios, analista de inversiones de Tressis, reconoce que "a renta fija ofrece muy poco valor en estos momentos", ya que "existe un riesgo asimétrico enorme en las curvas europeas, pues el margen a la baja es mucho mayor que al alza, especialmente en las referencias con la rentabilidad en territorio negativo, para las que no existe cobertura por la vía del cupón".
En concreto, para Chris Iggo, director de inversiones y responsable de renta fija de AXA IM, el principal driver para los bonos de la eurozona, al margen de los riesgos políticos, "es el BCE", aunque la mayoría no cree que el organismo toque su programa de estímulos en el corto plazo.
También hay que tener en cuenta que la rentabilidad real de los activos, es decir, una vez descontada la inflación, será menor en la medida en que se produzcan repuntes en los precios. Por ejemplo, si Mario Draghi, presidente del BCE, lograra mantener la inflación en el 2% (cosa complicada), esa rentabilidad del 5% que ofrecen de media los fondos que invierten en bonos (todavía más difícil de alcanzar en el futuro) se vería mermada hasta una rentabilidad real del 3%.
Por eso, los profesionales aconsejan ser selectivos. Para María García, responsable de ventas en España de Edmond de Rothschild, todavía hay puntos interesantes de entrada en renta fija, como el high yield: tanto deuda subordinada financiera como deuda emergente, e igualmente asumiendo un nivel de riesgo diferente. "Apostamos por la diversificación, por la gestión activa, flexible y dinámica".
Para Iggo, de Axa IM, la clave está en hacer uso de estrategias de protección, como son limitar la duración de la cartera o diversificar en los mercados emergentes. Por su parte, Axel Botte, responsable de Research en renta fija de Natixis AM, reconoce que "hay poco margen de diversificación en el G4 porque los rendimientos de los bonos están muy correlacionados y seguirán estándolo hasta que la Reserva Federal estadounidense (Fed) suba los tipos de interés oficiales". "Los emergentes son la excepción, Asia y algunos mercados emergentes ofrecen valoraciones atractivas".