
Tras cinco sesiones consecutivas al alza que impulsaron al Ibex 35 un 3,9%, el índice concluyó la sesión de ayer con una caída del 0,6%. El selectivo español cerró en los 8.899,5 puntos, en una jornada en la que avanzaba en terreno positivo y en la que llegó a registrar unos máximos de 8.995,9 enteros, a las puertas de la barrera psicológica de los 9.000.
El mal dato de ISM del sector servicios de Estados Unidos a media sesión, que creció a su menor ritmo desde febrero de 2010 y se situó en los 51,4 puntos -los niveles superiores a 50 indican expansión y los inferiores, contracción- dio un pequeño vuelco al selectivo español.
Esta ligera caída es para Joan Cabrero, director de estrategias de Ecotrader, "tan solo una pequeña pausa del Ibex en su camino para alcanzar los 9.360 puntos, ya que ha subido prácticamente en vertical desde los 8.400 puntos". "El mercado dio muestras de fortaleza el viernes, tras cerrar el hueco bajista post Brexit", concluye.
Las probabilidades que conceden los mercados a una subida de tipos en la reunión de septiembre, que habían subido hasta el 42% el 26 de agosto, alentados por el discurso de Janet Yellen en Jackson Hole, descendieron desde el 32% hasta el 24 ayer.
Las compañías más perjudicadas por el aplazamiento de la subida de tipos, los bancos, lideraron las caídas, con Bankia a la cabeza tras dejarse un 3% en la sesión.
La alteración del particular calendario de la Fed se ha trasladado al mercado de divisas, con un dólar que se deja un 0,82% en su cruce frente al euro -la moneda europea se cambiaba a 1,1240 dólares a cierre de la edición-. El T-Note americano, por su parte, reaccionó con una subida del 0,60% y una reducción su rentabilidad hasta el 1,541%.
El activo refugio por excelencia, el oro, rebotó un 1,6% hasta cerrar en los 1.348,2 dólares la onza.