
"El mejor verano de la historia". Exceltur no esconde la euforia. Y es que, en realidad, son pocos los que se atreven a dudar ya de que España logrará superar los 70 millones de visitantes extranjeros en 2016. El turismo español sigue sumando récords. La inestabilidad de plazas comparables en el Norte de África o en Oriente Medio y la amenaza terrorista que sobrevuela pilares del turismo europeo como París, Bruselas o Niza afianza el atractivo de España, que se consolida como el destino vacacional preferido del Viejo Continente con permiso de Francia (ver gráfico).
"La inestabilidad geopolítica, sobre todo en Turquía, da un mayor impulso a la demanda turística extranjera hacia España, mientras que los efectos del Brexit y de la incertidumbre política son muy limitados", analiza la asociación de compañías del sector. Pero, ¿cómo se puede aprovechar el buen momento de este motor de la economía en bolsa? Los expertos ya han elegido su opción: Meliá.
La firma hotelera debuta en el Eco10, el índice de ideas de calidad de elEconomista elaborado por el mayor consenso del mercado español, semanas después de regresar al Ibex 35, al que no pertenecía desde hace trece años, cuando todavía Sol acompañaba a Meliá en el nombre de la compañía. Ahora, el astro rey, sencillamente, se encarga de favorecer la buena marcha de su negocio, muy ligado al comportamiento del turismo en España. De hecho, en 2015, cerca del 45% de sus ingresos los consiguió en su mercado doméstico.
Su extensa oferta en las playas de la península ibérica y su ventaja competitiva ante la apertura de Cuba sostienen el fuerte incremento de sus ganancias. El consenso de mercado que reúne FactSet espera que Meliá triplique su beneficio neto en 2017 respecto a 2015. Entre las 20 hoteleras más grandes del mundo, ninguna sigue este ritmo de crecimiento. Según estas previsiones, ganará 112 millones de euros el próximo y 130 millones en 2018, cifras a las que no se acercaba desde 2007.
Este es el principal motivo por el que la compañía que dirige Gabriel Escarrer vuelve a seducir a los analistas, que mantienen la recomendación de comprar sus acciones desde enero. Para Jaime Díez, analista de XTB, efectivamente, "la clave son los resultados". "El crecimiento se apoya en la buena gestión de costes" y, sobre todo, en la diversificación geográfica de su negocio, destaca el experto. "Gracias a su buen posicionamiento evita el impacto de la inestabilidad derivada del terrorismo", continúa Jaime Díez. "El terrorismo es una variable exógena que no se puede controlar", explica Javier Díaz, de Ahorro Corporación. Pero, en su opinión y teniendo en cuenta que los destinos más afectados son Bélgica, "donde Meliá no tiene presencia", y Francia, "donde tiene seis hoteles en París, que es un destino en el que hay que estar", la variada distribución de su negocio "matiza el impacto".
Por otro lado está la apuesta por Cuba. "Una estrategia que ha mantenido en los últimos años y que le ha obligado a renunciar al mercado norteamericano, pero que en un futuro próximo le puede abrir esa puerta de par en par", advierte Jaime Díez, de XTB. "Conoce perfectamente el funcionamiento del país, tiene un posicionamiento estratégico inmejorable y cuenta con todos los argumentos para beneficiarse del aumento de turismo que ya se esta produciendo", añade Hernán Sánchez, de CMC Markets.
Invertir es algo que encaja financieramente en los planes de Meliá. El objetivo marcado por el grupo hotelero es mantener la deuda neta en tres veces su ebitda (beneficio bruto de explotación). Según el consenso de mercado, actualmente el apalancamiento está por debajo de las dos veces, lo que, según Javier Díaz, de Ahorro Corporación, quiere decir que "tiene margen para invertir en el Caribe o en una gran capital europea".
Un 19% de potencial
En el parqué, Meliá rebota más de un 34% desde mínimos, incluso después de haber pasado el mal trago del Brexit y pese a encajar los golpes del terrorismo. Y, por delante, tiene mucho más camino. O, al menos, así lo creen los expertos, que valoran sus títulos en 13,4 euros de cara a los próximos 12 meses, hasta donde tiene un potencial del 19%. Este recorrido es más creíble después de librarse del bono convertible que mantenía disparadas las posiciones cortas sobre sus títulos, que el 26 de julio de 2014 alcanzaron sus máximos cerca del 17%. Desde entonces, los bajistas se han batido en retirada y solo suponen un 0,71%. "Ya no tiene más deuda de este tipo", recuerda Javier Díaz.