
La energética francesa esperó hasta que hubieron cerrado los parqués del Viejo Continente para presentar sus resultados del primer semestre del año. Unos resultados que han sido peores que los esperados por el mercado. Sin embargo, tan sólo una casa de análisis, AlphaValue, ha revisado su su precio objetivo, incrementándolo en 10 céntimos hasta los 18,60 por acción, manteniendo su recomendación de compra. Recomendación que comparten el 70% de los analistas que siguen a la compañía francesa, que además puede seguir presumiendo de no tener ningún 'vender' entre sus consejos.
Pese a que los 1.237 millones de euros de beneficios presentados la compañía, mejoran en más de un 10% a las ganancias del mismo periodo de 2015, no se puede hablar de éxito por dos motivos: el primero y más evidente es que en sólo dos años su beneficio neto se ha reducido a la mitad -de los más de 2.500 millones de euros del primer semestre de 2014 a los 1.237 millones reportados en esta ocasión-; el otro motivo es que, pese a que el mercado ya vaticinaba unos flojos resultados -las expectativas de beneficios eran de algo más de 1.500 millones de euros-, estos han sido incluso inferiores en casi un 20%.
En la presentación, Engie ha reiterado sus expectativas de ebitda para el conjunto de año -unos 11.000 millones de euros-, así como la intención de seguir pagando un dividendo en efectivo de 1 euro por acción -en octubre deben pagar los 50 céntimos por acción que faltan tras el pago de la misma cantidad realizado en mayo- que, supone una rentabilidad por dividendo del 6,73%, la cuarta más alta del sector. Además, ha atribuido estos malos resultados a que los precios de las materias primas no se recuperan, y al cambio climático, que hace que se reduzca la demanda de energía para calentar los hogares.
La respuesta en el parqué
¿Cómo se espera que responda el mercado ante estos resultados? En las últimas tres ocasiones en las que los beneficios reportados para el primer semestre han sido inferiores a las expectativas, su cotización en el mes siguiente ha caído. El año pasado cedió casi un 10% en ese periodo, tras presentar unas ganancias un 25% inferiores a las que esperaba el consenso. En 2013 y 2008 también cayó su precio por acción en el mes siguiente a presentar resultados, dejándose un 1,3% en agosto de 2013 tras quedarse a un 20% de los datos esperados por el mercado; y un 8,7% en 2008 tras una debacle del 40%.
A pesar de los pobres resultados, con las previsiones de beneficios actuales, Engie sigue cotizando con un descuento de más del 40% con respecto a la media del sector, ya que su PER -veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción- es de 14,15 veces, frente a las 25,7 veces que mantiene el sector de media. A la espera de una posible revisión en la estimación de beneficios para 2016, la energética francesa sigue siendo una de las recomendaciones de compra más claras de la industria energética, lo que, de momento, confirma su permanencia en la cartera.