
Tomamos un café con Jesús Sánchez Quiñones, director general de Renta 4. El directivo advierte de que si Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE) no cambia las reglas del juego en el programa de compra de deuda soberana se va a quedar sin bonos en solo unos meses y cree que la opción más probable es una modificación en el porcentaje de cada emisión que puede adquirir. Además, habrá que estar atentos a qué sucede con el rescate a la banca italiana y a los resultados de los test de estrés que se publicarán el 29 de julio.
El principal evento de esta semana es la reunión del BCE de este jueves. En principio no se espera que haya grandes novedades, pero sí que dé pistas sobre cuáles pueden ser las medidas a tomar más adelante. ¿Qué se puede esperar del encuentro?
Lo que más se prevé que pueda anunciar el BCE en esta reunión o en las próximas es una modificación en las condiciones en que compra en los bonos soberanos. Tiene las limitaciones del 33% de la emisión, el vencimiento debe ser de entre 2 y 30 años, y tiene que comprar en la misma proporción de la clave de capital (la participación de cada país en el capital social del BCE). Si no modifica estas condiciones en 4 o 5 meses puede quedarse sin bonos que comprar, especialmente en Alemania. Necesariamente va a tener que hacer algo, se espera una mención a las posibles modificaciones. Al final son condiciones autoimpuestas, por lo que, al fin y al cabo, podría cambiarlas.
¿Cuál sería la opción más probable?
Un cambio en la clave de capital sería el cambio más llamativo, pero sería una modificación muy sustancial y seguro que generaría ruido en Alemania. La opción más probable es que amplíe el margen de lo que puede comprar de cada emisión, teniendo en cuenta que en los bonos corporativos puede comprar hasta el 70%, la limitación hasta el 33% no tiene sentido. Tampoco es descartable que amplíe el plazo de las emisiones a más de 30 años y que empecemos a ver a los países emitir a muy largo plazo. Si hubiese un cambio en la clave de capital sería un paso más en el famoso ?whatever it takes? de Mario Draghi.
Algunos analistas consideran que el hecho de que el Banco de Inglaterra no haya tomado medidas adicionales de política monetaria puede dar aire a Draghi para evaluar las consecuencias del Brexit antes de tomar alguna decisión?
Decir que el Banco de Inglaterra no ha hecho nada no es una afirmación correcta. Lo que no ha hecho es bajar los tipos y con la libra en mínimos de décadas frente al dólar no parece que esa sea la única opción. Lo que ha hecho es poner toda la liquidez que necesitan los bancos, quitarle ciertos requisitos de capital? sí que ha tomado medidas aunque no haya bajado el precio del dinero. Esa no es la única medida que puede tomar, si bien es cierto que el propio banco ha dejado entrever que lo iba a bajar en la reunión de agosto.
Estamos en plena temporada de resultados tanto en Europa como en Estados Unidos. ¿Van a marcar las cuentas del trimestre los movimientos de mercado o seguirá estando más pendiente de los sustos a nivel mundial?
Los resultados sí que afectan, pero lo hacen discriminadamente. Lo estamos viendo en EEUU, donde Netflix saca unos malos resultados y sufre una caída cuantiosa, mientras que los que tienen buenos resultados o cumplen salen bien parados, por lo que creo que los resultados van a ser fundamentales.
También los Bancos Centrales tendrán que decir algo? el BCE tendrá que pronunciarse sobre la situación de la banca italiana, que es otro de los puntos candentes del verano. Además, la próxima semana tenemos la Fed. Se da por hecho que no habrá subida de tipos al menos hasta 2017 y cualquier mensaje que no sea tan suave puede afectar al mercado. Además, el 29 de julio se publicarán los test de estrés de la banca, que con toda la presión que hay sobre el sector en Europa podemos ver noticias que alteren el mercado. Asimismo, siempre existen eventos como la devaluación del yuan o lo que acaba de ocurrir en Turquía, que no ha afectado mucho al mercado pero si el desenlace hubiese sido distinto esto podría haber cambiado.
¿Cuál es la solución más probable para la banca italiana?
Todo apunta, incluso por las declaraciones del vicepresidente del BCE a que es muy posible que se lleve a cabo un rescate sin tener que aplicar una asunción de pérdidas a accionistas y bonistas. Hay que tener en cuenta que las familias en Italia tienen más de 200.000 millones en bonos bancarios y sería aplicar una quita a las familias, lo que no sería muy beneficioso políticamente.
¿Elegir esta opción no supondría un problema de riesgo moral?
Sí, pero sería solo una más. No sería la primera ni sería la última vez que pasa algo así.
Uno de los grandes afectados por el intento del golpe de estado en Turquía ha sido BBVA, al que su inversión no le ha funcionado muy bien ¿Podríamos ver un cambio y que el banco decidiese salir del país?
Habrá que aprovechar la publicación de resultados del banco para ver lo que dice la entidad sobre su estrategia allí, pero ahora mismo parece que difícil que el mensaje que dé no sea el de la continuidad.