El servicio de mensajería nipón Line se estrenó sobre el parqué de la Bolsa de Nueva York entre la euforia de los inversores. Sus acciones subieron un 26,61%, cerrando en los 41,58 dólares, y la compañía se consagró como el mayor estreno bursátil del sector tecnológico este año.
Dicho esto, durante los últimos años hemos visto como el optimismo ha ensombrecido la realidad de muchas tecnológicas, como ocurre con Twitter. Y muchos se preguntan cuál será la viabilidad de Line en un momento en que se espera que el mercado de la mensajería móvil se reduzca en los próximos años. Según Juniper Research este mercado se contraerá hasta los 112.900 millones de dólares en 2019 desde 113.500 millones de dólares registrados en 2014. De esta cantidad, buena parte seguirá en manos de las operadoras telefónicas.
El pasado abril conocíamos como WhatsApp alcanzaba ya los 1.000 millones de usuarios activos, lo que significa que uno de cada siete habitantes del planeta echa mano de esta aplicación para comunicarse con los demás. Esa cifra colosal, que la sitúa como la app de mensajería más usada en el mundo, se ha logrado en sólo siete años. Los últimos 500 millones se han ganado durante el último año. En estas circunstancias, Facebook, matriz de WhatsApp, se encuentra mejor posicionado para monetizar este negocio y generar una fuente considerable de ingresos. Las opciones son extensas, especialmente a la hora de convertir WhatsApp y Facebook Messenger en sistemas de mensajería instantánea para empresas.
Aún así, Line, como otros competidores asiáticos, como WeChat o Talk, no han perdido el tiempo a la hora de diferenciarse y afianzar su mercado. En el caso de Line, la compañía cuenta con una base que los servicios de mensajería estadounidenses carecen: 8,4 millones de personas que al mes compran pegatinas para la aplicación o 1,6 millones de usuarios que, previo pago, juegan a los videojuegos disponibles a través de sus cuentas de Line.
Además, Line ha experimentado ya con servicios de reserva de taxi, compras a través del móvil así como servicios de pago y entrega a domicilio. Aunque estos servicios sólo suponen un 6% de sus ingresos, este conjunto de negocios ha triplicado su importancia dentro de las ventas de la compañía desde 2013. Line pierde dinero a día de hoy pero sus ingresos son cuantiosos, alcanzando los 1.100 millones de dólares el año pasado, cifras que los servicios estadounidenses de mensajería están lejos de alcanzar.