
Había un 50 por ciento de posibilidades de que triunfara el Brexit y finalmente los británicos optaron por la pirotecnia que la renta variable no esperaba. Las bolsas confiaban en lo mejor, y no se preparaban para lo peor tras rebotar hasta el jueves un 8 por ciento en el caso del Ibex 35. "Durante los últimos días, los mercados han apostado y operado esperando que el resultado fuera permanecer, por lo que el Brexit ha sido inesperado para los mercados", indica Toby Nangle, de la gestora britano americana Columbia Threadneedle Investments.
El cierre de las bolsas asiáticas adelantaba una jornada de pánico. El Nikkei acabó la última sesión de la semana con una caída del 7,9 por ciento, mientras que el Hang Seng bajó un 2,92 por ciento... pero lo peor estaba por llegar. Un viernes negro para los principales selectivos europeos. El Ftse 100 británico vió el desplome de sus compañeros del Viejo Continente con una caída del 3,15 por ciento.
Más de un 8 por cierto perdieron el EuroStoxx y el Cac francés, un 6,82 por ciento se dejó el Dax alemán y los más damnificados fueron el Ftse Mib italiano y el Ibex 35. El índice de referencia español sufrió la mayor caída de su historia al perder un 12,35 por ciento, que llevó al índice a cerrar en 7.787,7 puntos -el nivel más bajo del índice desde el mes de febrero- y dilapidar más de 55.519 millones de euros de valor bursátil en tan sólo una sesión. Y es que unido al Brexitcrash, a la bolsa española le acecha otra incetidumbre, las elecciones generales que se celebran este domingo, a las que llega con unas pérdidas anuales del 18,4 por ciento.
El Santander, Telefónica y BBVA arrastraron al Ibex 35 al restar más de 500 puntos a su cotización en una sesión donde las pérdidas llegaron a superar el 12 por ciento durante la apertura. Así, el arranque del viernes se ha marcado como el segundo peor en la historia del Ibex 35 tras la apertura del 28 de octubre de 1997 en la que el índice llegó a perder un 14,4 por ciento.
Esta caída llevó a BME (Bolsas y Mercados Españoles) a ampliar la banda de rangos estáticos de los valores del Ibex 35 al 15 por ciento en un primer momento. Un porcentaje que se incrementó posteriormente hasta el 20 por ciento en algunos valores y después hasta el 25 por ciento. En esta ocasión, los stops no sirvieron de protección, y en algunos casos se ejecutaron en los mínimos intradía de apertura.
"Los índices periféricos, como el Ibex o el MIB italiano [el índice transalpino perdió un 12,48 por ciento] han sido los más castigados por la elevada ponderación del sector bancario?, indica Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank. ?Paradójicamente, las caídas en la bolsa de Londres fueron más moderadas debido al efecto positivo que tendrá la devaluación de la libra sobre las exportaciones de sus empresas, que pasarán a ser más competitivas en los mercados internacionales", añade el experto.
Contagio en Estados Unidos
Wall Street abrió sus puertas con la mirada puesta en el Viejo Continente. El efecto Brexit llevó a los futuros estadounidenses a perder más de un 4 por ciento, aunque la caída fue menos exagerada que en Europa, ya que no se sabe el impacto económico que puede tener este hecho para el Viejo Continente. A pesar de que el Dow Jones y el S&P 500 se apuntaban pérdidas superiores a los 2 puntos porcentuales, sus ganancias anuales aguantaron. Mientras el Dow Jones acumula unas ganancias en torno al 0,5 por ciento en 2016, el índice con las 500 empresas más capitalizadas de Wall Street conseguía un repunte del 0,6 por ciento. A media sesión el índice tecnológico Nasdaq 100 era el más afectado de la jornada, con un descenso del 3 por ciento.
La volatilidad es protagonista
Si algo ha tomado un papel protagonista en la película del Brexit es la volatilidad. Durante la jornada del viernes, el VIX -el índice de volatilidad del mercado de opciones de Chicago-, también conocido como el índice del miedo, llegó a subir un 52 por ciento, hasta tocar los máximos de la sesión en 26,24 puntos. A media sesión del viernes, el índice se relajó hasta la zona de los 22 puntos. El VStoxx (que mide la volatilidad del EuroStoxx 50) subió más de 10 por ciento hasta alcanzar los 35,45 puntos.
José Ramón Díez Guijarro, director de estudios de Bankia, apunta que "de cara a próximas sesiones, habrá una altísima volatilidad y podría producirse algún rebote. A lo largo de las próximas semanas, es posible que vuelvan a producirse nuevos episodios de pesimismo y que, como poco, se vuelva a los mínimos del viernes. Pero, si el deterioro del escenario se confirma, veremos mínimos claramente inferiores (riesgo de una caída adicional del 15 por ciento)".
En el corto plazo, Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, también resalta una volatilidad que previsiblemente se extienda durante varias sesiones, "aunque es probable que lo peor lo hayamos vivido". Mientras, a medio plazo, "las consecuencias dependerán en gran medida de los mecanismos que implemente el Banco de Inglaterra para tratar de amortiguar el impacto del Brexit, y sobre todo, de la evolución del proceso de desvinculación. La legislación establece un periodo de 2 años (prorrogables) para ello", señala el experto.
Desde Fidelity consideran que las consecuencias serán moderadas aunque es indudable que asistiremos a una presión en las bolsas a corto plazo, "especialmente para las compañías europeas muy expuestas al Reino Unido en sus ingresos, intercambios comerciales e inversiones, especialmente si el euro sube". "A más largo plazo, la salida del Reino Unido de la Unión Europea podría avivar otros movimientos euroescépticos y suscitar más dudas sobre el proyecto de la construcción europea; eso sería particularmente negativo para los activos de los países de la periferia", añaden desde la gestora.