
La ampliación de capital de 2.500 millones de euros de Popular concluyó el jueves después de que las nuevas acciones comenzasen a cotizar en el mercado. Los nuevos títulos se estrenaron con descensos en el parqué que llegaron hasta el 4,2% -si bien al cierre lograban un tímido ascenso del 0,14%-.
Así, el descuento de la ampliación -a un precio de 1,25 euros-, se queda en torno al 10%. El banco se sitúa indiscutiblemente como la entidad más castigada del Ibex 35 en lo que va de año con un retroceso de casi el 49% y sigue siendo la segunda peor recomendación de todo el índice.
En este contexto, teniendo en cuenta las ganancias de 2017, la firma presidida por Ángel Ron es el banco más barato por PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) del Ibex 35. Así, esta ratio se sitúa en las 8 veces, lo que supone un descuento del 37% frente a su media histórica y del 12% en comparación con el resto de entidades. Los analistas esperan que el banco se anote en 2016 pérdidas de casi 2.500 millones. Mientras, para 2017 prevén ganancias de 637 millones de euros, pero no creen que vaya a lograr cumplir algunos de sus principales objetivos del plan estratégico que concluye en 2018.
Desde el banco explican que el propósito de la operación es "acelerar la normalización de su rentabilidad después de 2016". Así, Popular se ha marcado como meta conseguir un ROTE (rentabilidad sobre el capital tangible) igual o superior al 9% en 2018. Mientras, el consenso de mercado espera que su rentabilidad sobre el capital (ROE) se quede en el 5,7% ese año -esta ratio suele ser en torno a 2 puntos inferior al ROTE-.
En JP Morgan creen que no conseguirá alcanzar su objetivo "ya que pensamos que el panorama de ingresos continuará siendo complejo durante los próximos tres años", una opinión que comparten desde Berenberg: "Consideramos que el objetivo es inalcanzable y que es probable que los ingresos decepcionen".
Uno de los pilares para lograr este propósito es normalizar el coste del riesgo hasta situarlo en los 40 puntos básicos -frente a los 117 puntos básicos en los que cerró el primer trimestre-. Sin embargo, en AlphaValue consideran que "un coste del riesgo de 40 puntos básicos no se corresponde con un nivel sostenible durante el ciclo para un banco con un negocio orientado hacia las pymes".
En esta misma línea, un analista que prefiere no ser citado apunta que "acelerar la limpieza de la calidad de los activos debería mejorar la normalización de las provisiones por pérdidas" pero advierten de que "su enfoque en pequeñas y medianas empresas debería dirigir al banco a unas provisiones estructuralmente más altas que otros competidores más orientados al negocio hipotecario".
Sin avalancha de ventas
La jornada comenzó con descensos para el banco que llegaron a alcanzar el 4,2%. Sin embargo, al final de la sesión Popular logró recuperarse y cerró el jueves en verde a pesar de la fuerte avalancha de papel -2.004 millones de acciones comenzaron a cotizar-. Según explican fuentes financieras, muchos inversores han entrado al banco a través de la operación y en los niveles actuales las posibilidades de obtener beneficios son mínimas.
Con los precios en los que empezaron a cotizar los derechos de suscripción (0,163 euros), aquel que se incorporase al banco por medio de la operación necesitaría que las acciones ascendieran hasta 1,425 euros para recuperar su inversión -un 2,3% por encima del cierre del jueves-.
En cualquier caso, en una entrevista concedida a elEconomista, Ángel Ron, presidente del banco, explicaba que "el nuevo inversor tiene un perfil muy similar al que teníamos", si bien reconoce que "será inevitable que entren inversores a corto". En concreto, según los últimos datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los bajistas controlan algo más del 6% del capital del Banco Popular.

El segundo peor consejo del Ibex
De manera general, los analistas han valorado de forma positiva la decisión de la entidad de ampliar capital, ya que consideraban que era una tarea ineludible para el banco. Sin embargo, Popular no acaba de ganarse el favor de los expertos. Así, es una de las seis recomendaciones de venta de todo el Ibex 35 y no logra librarse de este consejo desde 2010.
Desde Norbolsa explican que la medida "aborda el problema de menor rentabilidad esperada con respecto a sus comparables", una situación "derivada de una mayor cartera de activos improductivos y la menor cobertura de los mismos". En esta misma línea, en Berenberg consideran que "la limpieza es un paso positivo", pero señalan que "el mercado está infravalorando las provisiones futuras que necesitará el banco para limpiar sus cuentas". Mientras, en Beka Finance no ven riesgo "de una ampliación de capital en el primer año del plan", pero advierten de que la visibilidad se reduce en el segundo y tercer año.
Por su parte el equipo de JP Morgan apunta que, a pesar de la caída, "aún vemos al banco como relativamente caro en estos niveles". En este contexto, solo el 20% de los analistas recomienda adquirir sus títulos.