
19 días y 13 sesiones. El mayor riesgo que pende sobre el mercado acecha. Europa contiene la respiración ante la posibilidad de que, el 23 de junio, los británicos voten sí al Brexit. Las encuestas adelantan un resultado muy igualado en el referéndum. Las apuestas y los expertos apuntan a una victoria del no. Lo único de lo que no se duda es de que las consecuencias negativas de la ruptura serán inevitables.
La primera en somatizar la incertidumbre ha sido la libra. Su debilidad ha bailado con los sondeos. Eso sí, ha sido bien acogida por las compañías británicas exportadoras. Pero el decaimiento de la divisa no es, ni será, el único efecto del riesgo de Brexit. "La cuestión más importante es la reacción política de los otros miembros de la Unión Europea si se produce la ruptura o si el resultado es muy igualado", refleja AXA en un informe. Además, para Franklin Templeton, es evidente que la causa de "la independencia de Escocia resurgirá".
Las empresas británicas que se llevan la peor parte en este contexto de incertidumbre son "las que tienen la mayor parte de su negocio en Reino Unido", continúa la firma de inversión estadounidense, que señala al sector financiero y al de la construcción porque, a parte de una caída de la libra, "se espera que la economía británica protagonice un crecimiento más lento en el caso de Brexit, por la menor confianza empresarial y el descenso de la inversión".
En elMonitor, no existe exposición a constructoras británicas, pero sí al sector financiero, a través de la aseguradora Prudential. Sin embargo, el riesgo, en su caso, se reduce al ser Estados Unidos su principal mercado. La compañía consigue un 45% de sus ingresos en la primera economía del mundo, otro 28,1% en Asia y un 26,3% en Reino Unido.
Otra estrategia de la herramienta de inversión que debería pasar mejor el mal trago del referéndum es Shire. La farmacéutica con sede en Dublín pero cotizada en Londres consigue un 72,6% de su cifra de negocio total en Estados Unidos.
A IAG y Ryanair podría atragantárseles en mayor medida. Una pérdida de poder adquisitivo por parte de los británicos y mayores barreras burocráticas derivadas de la ruptura amenazan al sector de las aerolíneas. Para el holding que reúne a British Arways, Iberia y Vueling, Reino Unido es su mayor fuente de ingresos (36%). Para la low cost irlandesa representa un 27%. En su contra cotiza además el riesgo de atentados terroristas. "Si un intento de desestabilización se produce en suelo británico, los votantes se decantarán por salir de la UE al ver en riesgo su soberanía", reflexiona Franklin Templeton.