Bolsa, mercados y cotizaciones

El mayor fondo de bolsa tiene 30.000 partícipes y va con 'piloto automático'

La gestión activa es el mantra de la industria de inversión colectiva. Sin embargo, según los datos de Morningstar es precisamente el ING Direct Fondo Naranja Ibex 35, un producto indexado (es decir, de gestión pasiva), el fondo de bolsa española con más partícipes: 30.424. Un dato que no hace sino echar más leña al fuego al debate entre gestión pasiva y activa, en el que muchos se preguntan hasta qué punto la segunda aporta valor añadido.

Este producto solo llena un tercio del Camp Nou, cuya capacidad es de 99.354 personas. Y aunque aventaja con diferencia a los siguientes, hay otros cinco que tienen más de 10.000 partícipes: Ibercaja Bolsa, Santander Acciones Españolas, Bankinter Bolsa España y BBVA Bolsa -ver gráfico-. Todos pertenecen a gestoras con entidades comercializadoras a pie de calle.

Lo que más gusta de él

Para los expertos, uno de los principales reclamos del ING Direct Fondo Naranja Ibex 35 es la bajísima comisión de gestión que soporta, del 0,99% frente al 1,79% que, de media, cobran sus comparables. "El fondo, siendo indexado, no es de los mejores dentro de la bolsa española, pero atrae su baja comisión de gestión", explica José María Luna, director de análisis de Profim. Así, según los datos de Morningstar, este fondo ha ofrecido un retorno anual del 1,62% en la última década, situándose en el puesto 26 de 59.

Ahora bien, es normal que sea barato porque es un producto sin gestión que replica el comportamiento del Ibex 35. Por eso hay que tener en cuenta que las rentabilidades que con él se pueden lograr son similares a las de la bolsa. Frente a ello, los que cobran más deberían tener detrás una gestión que ofrece un plus de rentabilidad, aunque no ocurre así en todos los casos.

Según los datos de Morningstar, ninguno de los 10 fondos más baratos hoy en día (la mayoría son indexados) está entre los 25 que más ganan en 2016. Tampoco lo consiguen a medio plazo (cinco años) ni a largo plazo (diez años); salvo una excepción, Okavango Delta, el fondo que gestiona José Ramón Iturriaga en Abante Asesores, que es el sexto más rentable en ambos plazos: gana un 6 y un 4 por ciento, en cada caso, y cobra un 1,25% de comisión de gestión anual.

Pero esto no es lo único que respalda el éxito del fondo naranja. Luna explica que, con él, los inversores "sí están dispuestos a asumir el riesgo de mercado pero no el de gestor. Lo que quieren, en definitiva, es tener posición en bolsa española y sin ningún sesgo por capitalización bursátil o por estilo de gestión". Además, como es un fondo de inversión convencional, el cliente "se aprovecha de la ventaja fiscal de este tipo de productos en cuanto a la capacidad de traspasabilidad", añade, algo que no tendría con los ETF (fondos cotizados).

Al contrario, los mejores fondos del mercado en 2016 se sitúan a la cola de partícipes. Son Iberian Value, azValor Iberia, Magallanes Iberian Equity, W4I Iberia Opportunities, Alpha Plus Ibérico Acciones, EDM-Inversión y Metavalor. Estos dos últimos son los que más tienen, 2.406 y 1.978 partícipes, según datos de la CNMV. Claro que los primeros son gestoras que han nacido durante el último año en curso, no así las dos últimas, que se colocan en el puesto 28 y 34 por partícipes.

Pero, ¿está de moda lo pasivo?

En lo que va de ejercicio hemos oído decir en muchas ocasiones que el debate entre gestión pasiva y activa está más candente que nunca. No obstante, no lo creen así desde la propia industria: "En España aún no se nota demasiado el auge de los productos de gestión pasiva sino que creo que se debe, sobre todo, al propio esfuerzo de las entidades comercializadoras. Son ellas las que marcan en nuestro país los flujos a nivel de fondos", sostiene Fernando Luque, editor senior de Morningstar. Para el experto, una prueba de ello es que "hay muy pocos fondos índice domiciliados en España", además, "los ETF aún no han llegado masivamente al inversor particular (aunque sí al inversor institucional o profesional)".

Lo que está claro es que el cliente está cada vez más concienciado de la importancia de los gastos de los fondos. Y en ello tienen mucho que ver dos aspectos: por una parte, el escenario de tipos de interés históricamente bajos; y por otra, la frustración de muchos con fondos de gestión activa, que no logran batir de forma consistente al mercado, lo que les lleva a comprar otros de gestión pasiva. En este sentido, Paula Mercado, directora de análisis de VDOS, justifica que si la diferencia entre ambos tipos de gestión es reducida, no se percibe valor en el pago de una comisión de gestión elevada que merma la rentabildad. "Esto no quiere decir que la gestión activa desaparezca, pero sí que el inversor exigirá cada vez más que el resultado responda a sus expectativas en base a la comisión de gestión que está mermando su rentabilidad", concuye.

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