
El Instituto de Crédito Oficial (ICO) ha colocado una emisión de bonos en negativo, la primera que se produce en España. Según fuentes del mercado, un solo inversor alemán ha pagado una rentabilidad del -0,02% por hacerse con 250 millones de euros en bonos del ICO, lo que quiere decir que ha desembolsado 5 millones por hacerse con esos 250.
La expectativa del comprador es ganar si el rendimiento de la deuda baja aún más con el tiempo, lo que esperan siga produciéndose gracias al soporte de las compras del organismo. Por ejemplo, si el interés por estos bonos descendiera y los vendiera al -0,15%, habría ganado 32 millones con esta operación.
Y es que el anuncio del Banco Central Europeo (BCE) de ampliar su programa de compras de deuda también a la corporativa ha prolongado un rally que el mercado ya venía protagonizando desde hace tiempo. Desde entonces, el índice BofA Merrill Lynch Euro Non Financial, que incluye bonos de empresas no financieras en euros y con grado de inversión -las que serían comprables por el organismo- está en zona de máximos históricos y si se amplía el horizonte hasta 2014 ya gana un 11,7%. Además, ha provocado una avalancha de emisiones corporativas tanto en España como en Europa.
No obstante, no son pocos los expertos que alertan de que, precisamente, estos bajos niveles de financiación que están logrando las compañías son ?una situación anómala?, ya que son empresas que han nacido en una época de tipos de interés bajos y por eso sus tires han llegado a un punto en que están negativas. Y auguran que hay poco recorrido a estos niveles.
De hecho, el 30% de las emisiones en euros de empresas españolas ya está reportando pérdidas al inversor en 2016 que alcanzan en algunos casos hasta el 7,5%, según los datos de Bloomberg.