Bolsa, mercados y cotizaciones

Salud, defensa y finanzas escapan al fuego cruzado en la Casa Blanca

  • Biotecnología, industria militar y bancos también participan en la campaña

"Los mercados financieros están siempre más pendientes de la Fed que de la Casa Blanca". Esta opinión de José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, es la predominante entre los analistas sobre las elecciones presidenciales que se celebrarán en noviembre en Estados Unidos. Sin embargo, ciertos sectores no escapan al fuego cruzado de propuestas de los candidatos. Algunas cotizan desde hace meses. Ante otras, las más extremas, las bolsas hacen oídos sordos. Por el momento.

"Hillary Clinton sería mejor para Wall Street que Donald Trump", repite Christopher Dembik, economista de Saxo Bank, al igual que hacen muchos otros expertos. Pero, ¿lo será para todos los sectores? Históricamente, un presidente demócrata es mucho más beneficioso para el S&P 500 que uno republicano. Pura estadística. Hasta ahora, la incipiente propuesta de la precandidata demócrata de limitar los precios de los medicamentos ha hecho estragos entre las farmacéuticas y biotecnológicas estadounidenses.

Felipe López-Gálvez, de Self Bank, le quita hierro: "Una cosa es lo que diga Clinton para ganarse el favor de un sector de la población y otra muy distinta que al final lo consiga". Lo que está claro es que es "el sector del que la comunidad inversora está más pendiente", reconoce Borja Rubio, de XTB. En opinión del analista, esto se debe a que "como se la ve ganadora, sus proposiciones se están tomando más en serio".

Una perspectiva que explicaría que la intención de su rival en el Partido Demócrata de separar la banca de inversión de la banca minoritaria no haya impactado (todavía) en el sector financiero. Tampoco se está tomando muy en serio la postura del republicano Donald Trump sobre la Reserva Federal, aunque Citi reconoce que "los políticos suelen intentar limitar su poder durante los períodos de incertidumbre". "Trump ha dicho que probablemente destituiría a Yanet Yellen en 2018, lo que rompe con la independencia política", alerta Felipe López-Gálvez.

En el terreno de defensa, a priori, cualquier presidente garantiza seguir incrementando el gasto. En energía, mejor los republicanos para las petroleras y, por ende, los demócratas para las empresas de renovables.

El 'tuit' de Hillary 

Hillary Clinton introdujo a las farmacéuticas en la campaña electoral mucho antes de lo previsto. Un tuit suyo publicado el 21 de septiembre del año pasado en el que mostraba su preocupación por los elevados precios de los medicamentos arrastró al sector en bolsa y lo colocó en el centro del debate.

Desde entonces, las estimaciones de beneficios de las 15 grandes de esta industria han caído un 3% de cara al cierre del presente ejercicio y otro 5% para 2017. En el parqué tampoco logran sacudirse la presión y caen de media un 10%. "Este debate podría seguir lastrando su evolución, pero al mismo tiempo podría generar unos puntos de entrada interesantes", observa el equipo de analistas de Fidelity Internacional.

Una postura con la que coincide, en parte, Borja Rubio, de XTB, quien opina que en el caso de las grandes "cualquier retroceso supone una oportunidad de compra", pero advierte de que las pequeñas, que dependen de pocos productos, "estarían en riesgo de quebrar" si un nuevo gobierno limita los precios de los medicamentos.

"Hillary Clinton pretende evitar que las farmacéuticas y las biotecnológicas, que conservan las patentes de sus tratamientos durante años, puedan incrementar sus precios sin que aumente la demanda", recoge Borja Rubio como conclusión del último informe trimestral de XTB. "Donald Trump sería una mejor noticia para el sector, sobre todo para las biotecnológicas más innovadores, porque parte con una postura más protectora de las patentes", añade Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB.

"Espero que la mayor parte de los riesgos no se materialicen", opina Dominic Griffin, gestor de Fidelity, quien recuerda que "los republicanos controlan el Senado y probablemente acojan, cuanto menos con tibieza, una propuesta legislativa para reducir los precios de los medicamentos". Una reticencia que quedó demostrada en su oposición al Obamacare, el intento del presidente saliente por mejorar la sanidad pública en Estados Unidos que "se tradujo en una versión bastante diluida de las propuestas iniciales", continúan desde Fidelity.

Allergan, Celgene y Abbott son las firmas del sector más recomendadas por los analistas. En los tres casos, el consenso espera que hagan crecer sus ganancias a un ritmo de doble dígito en dos años pese a la tensión de los últimos meses.


Más pendiente de la Fed que de los comicios

Ocho años después del estallido de la crisis de Lehman Brothers, las entidades financieras siguen sin restablecer totalmente su reputación. En una encuesta a jóvenes estadounidenses entre 18 y 35 años -recogida por Fidelity International-, "el 71% señaló que preferían ir al dentista antes que escuchar a su banco". Para la gestora norteamericana esto demuestra que el sector es "un malo de película", al que "se va aludir en numerosas ocasiones durante la campaña". Un periodo electoral que Christopher Dembik, economista de Saxo Bank, admite que va estar marcado por "el resentimiento populista como consecuencia de la crisis financiera".

"Las políticas relacionadas con las reformas del sector están en juego", inciden desde Citi. Por el momento, tanto el republicano Donald Trump como los precandidatos demócratas han propuesto una legislación más estricta. Pero la proposición más extrema, en este caso, lleva la firma del rival de Hillary Clinton por el liderazgo del Partido Demócrata, Bernie Sanders, un exótico socialista -según los cánones tradicionales en Estados Unidos- que reclama una ley que separe la banca de inversión de la minorista. "Este tipo de reformas tienen pocas probabilidades de ver la luz a la vista de las normas aprobadas durante el mandato de Obama y, sobre todo, teniendo en cuenta la manifiesta mejoría de los balances de las entidades", reflexionan desde Fidelity.

Sin embargo, la recuperación de las ganancias de los bancos estadounidenses no es la única razón por la que pueden volverse inmunes al debate político. Hay que tener en cuenta que su verdadera preocupación es otra. "El sector financiero está más pendiente de la Reserva Federal que de las elecciones presidenciales", afirma Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB, quien explica que los bancos "quieren que se suban los tipos de interés para incrementar su rentabilidad".

El consenso de mercado señala a Bank of America, a Citi y a JP Morgan como las tres entidades mejor posicionadas -reciben las recomendaciones de compra más sólidas dentro del sector- para salvar el escenario electoral y aprovecharse de una reanudación de los incrementos del precio del dinero por parte de la Reserva Federal que los analistas aplazan, como mínimo, hasta después de los comicios, según las probabilidades recopiladas por Bloomberg.


El lugar común de todos los 'pretendientes'

"Solo Rusia y Arabia Saudí invierten más en defensa, en relación con su PIB, que Estados Unidos", repasa Borja Rubio, de XTB. Un axioma que ningún precedente indica que vaya a cambiar, desembarque quien desembarque en la Casa Blanca. Tampoco lo creen los expertos. "Cualquiera que sea el resultado, es probable que haya continuidad en la política exterior", considera el equipo de análisis de Citi. "Es una tendencia que se ha mantenido históricamente", añaden desde el banco de inversión. "En lugar de anunciar recortes en defensa, los candidatos parecen estar más centrados en mejorar la transparencia y la eficiencia del Ejército", creen en Fidelity International.

"Efectivamente, la sociedad americana está muy concienciada con el problema del terrorismo y ninguno de los partidos escatimará en esfuerzos para salvaguardar la seguridad del país", coincide Felipe López-Gálvez, de Self Bank. Eso sí, están en juego los matices. "Demócratas y republicanos coinciden en las políticas de defensa, pero Donald Trump es impredecible", admite Borja Rubio, de XTB. Según Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB, "el candidato republicano apostará por incrementar más el gasto en defensa". "Incluso, ha deslizado la posibilidad de financiar a países extranjeras para proteger los intereses de Estados Unidos más allá de la OTAN", reflexiona el experto del Instituto de Estudios Bursátiles. Según considera, "los republicanos son más propicios al gasto militar, lo cual no significa que los demócratas vayan a reducirlo".

"Los presupuestos de defensa serán objeto de debate, pero es poco probable que se produzcan recortes significativos en el contexto internacional actual", incide Fidelity International, que ve significativo que "Estados Unidos ya haya elaborado planes para multiplicar por cuatro el presupuesto para defensa en Europa en 2017 a la vista de la agresión rusa".

Vengan de donde vengan, son buenas noticias para las empresas estadounidenses dedicadas a defensa. Dentro del sector, Raytheon y General Dynamics son las que reciben las recomendaciones más sólidas. Ambas merecen el consejo de compra para el consenso de mercado. Los analistas esperan que la primera, especializada en misiles o grandes buques, incremente sus beneficios un 12 por ciento en 2017 respecto al año pasado. Los de la segunda crecen un 1%.

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