
Ganar por la vía del dividendo es una de las opciones que eligen muchos inversores a la hora de decantarse por una empresa u otra. Este año el S&P 500 Dividends Aristocrats, que recoge a firmas que durante 25 años consecutivos han elevado el pago al inversor, avanza más de un 8 por ciento, mientras que el S&P 500 Total Return (con retribuciones incluidas) sólo se anota un 1,8 por ciento
Los dividendos que ofrecen las compañías suelen ser un gran aliciente para los inversores a la hora de decantarse por una opción u otra. Si es de los que prefiere ganar vía las rentabilidades que dejan las retribuciones tome nota, porque las compañías que han hecho del aumento del dividendo su modus operandi, dejan las ganancias más suculentas. Basta con echar un vistazo a aquellas estadounidenses que durante 25 años consecutivos han incrementado su pago al accionista y que se recogen en el S&P 500 Dividend Aristocrats. Este índice no sólo está en zona de máximos históricos, sino que gana desde enero más de un 8 por ciento (para un inversor europeo habría que descontar el 4 por ciento que suma el euro frente al dólar). Un avance más que jugoso en el actual entorno, donde la tónica general en Europa son las caídas y en EEUU las alzas son leves.
Eso sí, hay que tener en cuenta que muchos índices no tienen descontados los dividendos en sus precios, por ello, es necesario comparar la rentabilidad que brinda este índice con una versión total return, o lo que es lo mismo, que ya tiene incluida en su cotización los pagos de las empresas. Así, el S&P 500 Total Return consigue desde que arrancó el año un 1,8 por ciento. Ampliando el calendario, la aristocracia del dividendo estadounidense también se lleva el gato el agua, ya que en el último lustro se anota un 97,7 por ciento, frente al 72,9 por ciento del S&P 500 Total Return.
Para Dan Roberts, gestor del FF Global Dividend Fund, "las empresas estadounidenses generalmente están avaladas por un buen historial de crecimiento del dividendo, pero me centro especialmente en encontrar multinacionales que puedan ofrecer un aumento de los pagos que sea sostenible en el tiempo, es decir, los aristócratas del dividendo del futuro". Ahora bien, dentro de la realeza las diferencias, igualmente, se dan. No todas las retribuciones guardan el mismo atractivo en términos de rentabilidad.
Los pago más atractivos
Una de las que más brilla entre la crème de la crème es AT&T, cuyos pagos rentarán este año cerca de un 5 por ciento. La teleco retribuirá con 1,92 dólares, una cifra que supone una mejora del 2 por ciento respecto a lo pagado el año anterior. Nacida de la mano del propio inventor del teléfono, Graham Bell y algunos de sus socios, la empresa dedicará más de un 67 por ciento de su beneficio a repartir dividendo, según las estimaciones.
Otra de las rentabilidades más atractivas del S&P 500 Dividend Aristocrats es la que guarda AbbVie, ya que los 2,28 dólares que distribuirá la farmaceútica este año rentarán un 3,6 por ciento. Este 2016 será un año de récord para la empresa, ya que ganará, si se cumplen las previsiones, más de 7.700 millones de dólares, su beneficio más elevado y un 51 por ciento superior al cosechado en 2015. Esta semana AbbVie hizo pública la compra de Stemcentrx por 5.800 millones de dólares y de su activo estrella, Rova-T, un medicamento para el tratamiento del cáncer de pulmón de células pequeñas al que se le estiman unos ingresos potenciales de varios miles de millones de dólares.
Procter & Gamble es otra de las compañías que se cuela en la lista de destacados con sus 0,86 dólares por acción y un rendimiento del 3,3 por ciento. En la presentación de resultados correspondientes a los primeros nueve meses de su año fiscal 2016, el grupo que aglutina marcas como Oral-B o Gillette, anunció que este año repartirá entre sus accionistas 7.000 millones, lo que supondría un payout del 68 por ciento.
Sorprendentemente, otros de los dividendos destacados entre la aristocracia son los de las petroleras. Compañías como Exxon Mobil o Chevron ofrecen rendimientos superiores al 3 y 4 por ciento en un entorno en el que la caída de los precios del gas y el petróleo ha tenido un fuerte impacto en los resultados de ambas firmas. Por ello, hay que tener cuidado con ellas, ya que según las previsiones este año su payout superará el cien por cien.
Una estimación que tiene dos lecturas. Por un lado, un payout superior al cien por cien indica que la compañía no tiene capacidad para pagar todo el dividendo con las ganancias que genera, por lo que podría darse un recorte del mismo. Por otro, los beneficios no sólo son la fuente de alimentación de las retribuciones. Las empresas también tiran de las reservas de libre disposición, una situación que no es deseable mantener en el tiempo. En cualquier caso, según las previsiones, este año Exxon Mobil repartirá 2,98 dólares por acción, un 3,5 por ciento más que en 2015, mientras que Chevron distribuirá 4,28 dólares, la misma cantidad de los últimos dos ejercicios.