
El Ibex se ?atemorizaría? con la salida de Reino Unido. El ?no? permitiría el rebote... y el ?sí? lo devolvería, como mínimo, a su suelo anual. El escenario electoral español pasa a segundo plano
A seis semanas del referéndum sobre el Brexit y de los comicios en España (que se celebran el 23 y el 26 de junio, respectivamente) el Ibex se sitúa en los 8.721 puntos, a un 9 por ciento de ponerse en positivo en el año y a un 5 por ciento de su suelo. Atrás ha quedado el círculo vicioso en que se vio inmerso el mercado a comienzos de año, cuando China y el petróleo marcaban la agenda; hoy, la bolsa ya no cotiza que nos dirigimos a una recesión. Que el índice ataque su resistencia o se aleje de ella depende de múltiples factores, entre ellos de esas dos citas electorales.
El estratega jefe de Bankia, José Ramón Díez Guijarro, explica que los miedos de hace cuatro meses han desaparecido y que la economía mundial ?puede crecer a un ritmo del 2,5 al 2,7 por ciento?. El verdadero problema "es que las compañías no están invirtiendo, sino recomprando acciones". Otras fuentes apuntan a que los verdaderos riesgos los marcan China, la deflación y la evolución de la banca.
Un mazazo
El FMI ya ha calculado que una salida del Reino Unido de la UE restaría entre un 1,5 por ciento y un 9,5 por ciento en el PIB del país anglosajón. Un sondeo de Bloomberg refleja que el 40 por ciento de los votantes británicos está a favor del sí (es decir, de que Reino Unido abandone la UE), otro 40 por ciento opta por el no y el 20 por ciento restante está indeciso. Jesús Sánchez-Quiñones, director general de Renta 4 Banco, recuerda que las casas de apuestas dan sólo el 30 por ciento de posibilidades al sí.
Guijarro descarta el Brexit y considera que, tras la victoria del no, los inversores aparcarán el tema, pero añade que una salida de Reino Unido abocaría al Ibex a sus mínimos del año. Dicho escenario no generaría una recesión en Europa aunque sí en Reino Unido, y el contagio a la economía española sería limitado, sobre todo a través de las empresas con presencia en el país.
Una española que ya ha sufrido, según algunos analistas, los efectos de un posible Brexit, es Telefónica. El miércoles, la Comisión Europea vetaba la compra de O2 (su filial en Reino Unido) por parte de Hutchison, en una decisión que pretendería no contrariar a las autoridades británicas (que se oponen a la operación) para no poner de relieve más diferencias entre Europa y Reino Unido.
"Una confirmación del Brexit supondría un mazazo para las bolsas europeas a corto plazo", afirma Daniel Pingarrón, de IG. En opinión de este experto, podríamos ver caídas superiores al 6 por ciento en los días posteriores a la consulta "y en el medio y el largo plazo se generaría una incertidumbre total", añade.
Lo que no cree este experto es que hasta ahora el temor a una salida de Reino Unido se haya dejado notar en el mercado: "De hecho, la bolsa británica bate a la europea en 2016?, comenta. Y, si el no venciese, subirían tanto la moneda como la bolsa británicas, pero los mercados europeos ni siquiera celebrarían el resultado con tímidas alzas, afirma Pingarrón. Beatriz Catalán, gestora de inversiones de Ibercaja Gestión, comenta que un Brexit ?tendría un impacto negativo en el crecimiento, y ya está paralizando muchas inversiones".
Depreciación de la libra
Otro de los efectos del miedo a la salida de Reino Unido es la depreciación de la libra desde noviembre -del 7 por ciento-, comenta Albert Enguix, de GVC Gaesco Gestión. Pingarrón calcula que un Brexit la penalizaría con caídas superiores al 10 por ciento.
Una moneda más débil favorece a las compañías británicas que exportan sus productos y penaliza al euro. Rosa Duce, economista jefe del Centro de Inversiones de Deutsche Bank, comenta que "mientras no se dirima el resultado del referéndum, se mantendrá una tendencia más a la baja que al alza; y si, como esperamos, Reino Unido se queda en la UE, habría margen de apreciación para la libra".
Eliseo Cervera, director de Banca Privada de Citi para España y Portugal, se fija en el comportamiento reciente de la divisa británica, que ha repuntado un 2 por ciento desde su nivel más bajo de abril, y explica que ello ocurre porque el mercado "ha comprado el no en la divisa, pero no en la renta variable".
No todos los analistas son temerosos con el "sí". Víctor Peiró, director de análisis de Beka Finance, afirma que al inversor "le da exactamente igual que un país esté en la UE que fuera de ella". Comenta que la salida de Reino Unido podría tener efectos como la adopción de aranceles a la compraventa de productos, "pero China tampoco está en la UE y ello no supone un problema comercial".
Nuevas condiciones comerciales
Un informe de Goldman Sachs -que considera probable que Reino Unido permanezca en la UE- advierte que una salida obligaría al Gobierno británico a revisar las condiciones en que negocia con Europa y con el resto del mundo. El 45 por ciento de las exportaciones británicas tienen como destino la UE. "Cualquier deterioro de las relaciones de intercambio podría neutralizar parte de la ventaja competitiva progresiva derivada de la divisa más débil", añaden desde Lombard Odier.
En cualquier caso, la construcción de esa nueva arquitectura comercial "se prolongará varios años", según los cálculos de Goldman. La consecuencia es que los negocios con base en el país retrasarán sus inversiones. "La inversión empresarial representa cerca del 10 por ciento del PIB británico, de modo que una decisión colectiva de paralizar una parte importante de este gasto perjudicaría al crecimiento del país", reza el informe. En Schroders calculan que, en el mejor de los casos, el PIB caería en un 0,9 por ciento en 2017.
Por su parte, Estefanía Ponte, directora de análisis de BNP Paribas Personal Investors, también se refiere al "nerviosismo" que generaría la marcha de Reino Unido, que se traduciría en caídas en la bolsa del país. Las pérdidas se dejarían notar en la eurozona y en el Ibex, añade. Ponte sí cree que las dudas creadas en los últimos meses han lastrado al mercado y considera que la permanencia en Europa se celebraría con repuntes bursátiles en el país vecino, que se contagiarían al resto de Europa, incluido España. Por su parte, Pablo González, de Ábaco Capital, cree que las caídas bursátiles se verían sólo a corto plazo.
Pero hay más. Desde Lombard Odier señalan que los servicios representan el 80 por ciento de la economía británica, y que una cuarta parte de ellos son actividades financieras e inmobiliarias dependientes de la inversión extranjera. "En caso de Brexit, no sólo se debilitaría el sector bancario como consecuencia de la incertidumbre, sino que también podría estallar la burbuja inmobiliaria de Londres. La inversión extranjera directa, añaden desde Schroders, sufriría.
El papel del país como capital financiera también se vería penalizado, señalan los expertos de la entidad: "Reino Unido acoge casi un 70 por ciento de entidades extranjeras, que se verían amenazadas con la pérdida del derecho a desarrollar su activdad en la UE".
Además, en Lombard Odier consideran que un Brexit podría poner en entredicho la solvencia de la deuda soberana de Reino Unido. Moody?s ya ha alertado de que podría colocar su calificación en "perspectiva negativa" en caso de que los votantes decidiesen abandonar la Unión. Por otro lado, la OCDE calcula que el Brexit costaría a los británicos el salario de un mes durante cuatro años.
Elecciones en España
Justo después de la consulta británica, España celebra unas elecciones que aspiran a resolver la situación de desgobierno. ¿Hasta qué punto el resultado de los comicios será determinante para la bolsa? "Las elecciones en España no son el factor crucial para el mercado español", explica Daniel Pingarrón. El efecto de esta inseguridad política sobre el parqué en lo que llevamos de 2016, comenta, ha sido "residual", mientras que la prima de riesgo ha evolucionado en paralelo a sus homólogas y no peor que ellas. Ahora bien, los inversores sí penalizarían la llegada al poder de "una coalición de Gobierno que no gustase al mercado", aclara el analista de IG; se refiere a una coalición de izquierdas, con Podemos controlando uno o varios ministerios.
Por su parte, Estefanía Ponte considera que, siempre que el Gobierno resultante sea estable, se traduciría en una relativa tranquilidad en el mercado. Siempre y cuando, enfatiza, sea un Gobierno comprometido a cumplir con lo pactado con la Unión Europea. Lucas Monjardín, consejero delegado de Value Tree, añade: "Nos preocupan más las elecciones que el Brexit. Ya hemos notado un retraso en las inversiones de las compañías; el mercado se ha parado, sobre todo las socimis, firmas industriales y constructoras". Otro sector muy afectado es el de la publicidad, porque el Estado es uno de los inversores prioritarios, agrega.