Bolsa, mercados y cotizaciones

El ataque político hará de 2016 el tercer peor año de las sicavs de la historia

  • Podemos-Izquierda Unida quiere que dejen de tributar al 1%
  • Se han registrado solo 15 vehículos de inversión en lo que va de año

El desgobierno y la demonización que han acometido los partidos políticos, por desconocimiento en algunos casos sobre su fiscalidad, contra las sicavs, se ha convertido en un gran obstáculo para la creación de nuevas sociedades de inversión de capital variable. No se creaban tan pocas desde el año 2012, según los datos de la CNMV. Y de seguir con el ritmo actual, 2016 podría ser el tercer peor año de la historia.

La desconfianza de los partícipes también se ve reflejada en otro dato: en 2016, según los datos de Morningstar, se han reembolsado 110 millones de euros de estos vehículos, frente a las entradas netas de 886 millones de 2015.

No es de extrañar, prácticamente todos los partidos incluyen en sus programas electorales medidas que les atañen. Unos cambios que podrían hacerse a dos niveles: fiscalidad o inversores. El primero de ellos, que Podemos-Izquierda Unida incluye en su programa, contemplaría modificar la tributación de estos productos, que lo hacen al 1%, como los fondos de inversión, mientras no se vendan las participaciones. El segundo, por el que abogan PP, PSOE y Ciudadanos, implicaría que los accionistas de estos vehículos tengan una participación mínima del patrimonio. Este último perjudicaría a las sociedades controladas familiarmente, en muchos casos auténticos oligopolios de inversión, en las que el resto de inversores son meramente nominativos (conocidos en el mundo financiero como mariachis), pero no afectaría a las que están formadas por muchos partícipes.

Un escollo para la industria

"La inestabilidad política, desde luego, no ayuda", sostiene Ángel Martínez Aldama, presidente de Inverco. A consecuencia de ella se han paralizado muchas inversiones este año. "Algunas propuestas que se incluyeron en los programas políticos, más la falta de concreción general de todas, están dañando la decisión de los inversores de constituir nuevos vehículos", sugiere.

El patrimonio en sicavs se cifra ahora en 33.046 millones de euros, lo que supone un 5,6% menos que a finales del año pasado. Y contrasta, además, con los 35.100 millones previstos por la asociación, que estimaba un incremento de los activos el 3% este año. Una bajada que está relacionada con las caídas que se han producido en los mercados en los últimos meses.

Además de las dudas que giran en torno a su futura fiscalidad, los antecedentes de País Vasco o Navarra "hacen pensar que el futuro será similar", sostiene Paula Mercado, directora de análisis de VDOS. En ambos territorios, estos vehículos ya no tributan al 1%, sino que pagan lo mismo que cualquier otra sociedad.

¿El resultado? En el caso de País Vasco, que instauró esta medida en octubre de 2009, ha significado pasar de tener 200 a cero sicavs. Y en el de Navarra, tras la reforma fiscal emprendida por el Gobierno foral, en el que participa Podemos, puesta en marcha en noviembre de 2015, ha supuesto pasar de ocho vehículos a ninguno.

No son los únicos que opinan así. Desde Bankinter, la gestora que más vehículos inscribió el año pasado y también éste -4 de los 15 son suyos-, aseguran que "no cabe duda de que la incertidumbre política no ha servido precisamente de impulso para la puesta en marcha de nuevas sicavs". Por eso, los inversores prefieren posponer sus decisiones hasta que la situación se estabilice. No sólo en sicavs, "es posible que se hayan pospuesto o se hayan ralentizado otro tipo de negocios y de iniciativas de inversión, ya sea de particulares o de empresas", añaden a este respecto.

Acción, reacción

Ante el revuelo generado, algunas conocidas sociedades ya han decidido qué harían. En el caso de un cambio del régimen fiscal, Lierde, la sicav en la que César Alierta, expresidente de Telefónica, invierte parte de su patrimonio personal junto con otros partícipes, se convertirá a fondo de inversión. Es una de las 25 sicavs, de las más de 3.300 que hay en España, que cuentan con más de 500 accionistas; es decir, que son traspasables y pueden cambiar de una Institución de Inversión Colectiva (IIC) a otra sin ningún peaje fiscal (entre las que se encuentran los fondos), por lo que no tendría problema.

Aunque el denominador común a todas ellas es esperar, no son pocas las que señalan que el fondo de inversión es la figura más parecida a las sicavs y que, en caso de un cambio de fiscalidad, también lo harían.

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