
Vuelve al parqué el día 27 con un 60% más de locales que cuando fue excluida de bolsa, pero entonces ganaba 23 millones y hoy sufre pérdidas
Telepizza quiere volver a ser la que era. Tras una época en la que la calidad de sus productos sufrió un bajón (con pizzas más pequeñas e ingredientes de peor calidad, según explican fuentes del sector), en el último año la compañía se ha dado cuenta de que esta política no ha hecho más que erosionar su marca y está reinvirtiendo el proceso.
Así, con su reestreno bursátil a punto de salir del horno, el grupo ha cambiado su queso (o, mejor dicho, su derivado lácteo; lo que se utiliza en las pizzas no puede denominarse queso, según la normativa internacional). Lo mismo ha hecho con sus ingredientes. E incluso ha recuperado la fórmula original de la salsa de su producto estrella, la pizza barbacoa. Además, las pizzas vuelven a tener el tamaño de hace tres años.
El efecto ha sido inmediato en términos de crecimiento, según las mismas fuentes. El negocio de Telepizza está muy ligado al ciclo económico. El grupo de hostelería se beneficia como pocos del crecimiento del PIB, pero, cuando llegan las vacas flacas, también sufre más.
Pero el sabor y el tamaño de sus pizzas no es lo único que volverá a ser como antes. Ayer la compañía acotó el rango de precios para su regreso a bolsa de la compañía el próximo miércoles -regreso, y no debut, porque Telepizza cotizó entre 1996 y 2007-. El rango inicial, de entre 7 y 9,50 euros, ha pasado a situarse entre los 7,75 y los 8,75 euros, después de los contactos con inversores.
El grupo realizará, por un lado, una ampliación de capital (OPS) con la que captará 118,5 millones; y por otro, una oferta pública de venta (OPV) con la que espera conseguir 431,5 millones. En total, prevé obtener unos 550 millones de euros. La valoración del cien por cien de la compañía se situará entre los 780 y los 850 millones de euros.
El objetivo principal de la OPS es reducir la deuda de la compañía desde los cerca de 250 millones con que cerró 2015 hasta los 160 millones de euros. Precisamente ayer Moody?s ponía en revisión su calificación B2 sobre la deuda de Telepizza, a la espera de que se realice la colocación.
Curiosamente, el rango de capitalización en el que se situaría el grupo de restauración estaría cerca del nivel en el que se movía en marzo de 2007, cuando salió de bolsa tras la opa de exclusión de Carbal y Permira: en aquel momento valía 850 millones.
Pero ésta no es la única cifra que apenas ha cambiado a lo largo de estos nueve años de exclusión bursátil del grupo. El resultado bruto de explotación (ebitda) de Telepizza en 2005 -según el informe financiero de dicho ejercicio, el último que publicó como cotizada- ascendía a 53,6 millones de euros, mientras que en 2015 la cifra se situó sólo un 7 por ciento más arriba, en los 57,7 millones.
Hasta aquí lo que no ha cambiado. Pero vayamos con lo que sí ha variado en la última década, como el beneficio neto: en 2005, Telepizza ganó 23 millones de euros, mientras que en 2015 sufrió pérdidas de 1,1 millones. Los gastos financieros, que 10 años atrás suponían 520.000 euros, ahora -con la ya mencionada deuda de 250 millones en 2015- ascienden a 36,9 millones. Dicha deuda se remonta a la entrada en el accionariado, por unos 600 millones de euros, de Permira y Carbal, que indujeron el coste de la adquisición a las cargas financieras de Telepizza.
Más allá de la cuenta de resultados, la empresa es hoy mayor que la que salió de bolsa, es decir, con más locales y presencia internacional -aunque con ello consiga un ebitda similar y beneficio negativo-. Si tenía 822 locales en 2005, hoy cuenta con un 60 por ciento más, 1.311. El porcentaje de franquicias también ha crecido del 55 al 65 por ciento.
Una operación con descuento
Teniendo en cuenta que, pese a ser una empresa más grande que hace 10 años, gana menos que en 2005, Telepizza se ha visto obligada a regresar al parqué barata. A los precios anunciados, la operación tendría un descuento, ya que si los títulos de Telepizza se negociasen en línea con su comparable más similar -Domino?s Pizza, que cotiza en Reino Unido-, lo harían a 19,6 veces su beneficio bruto, es decir, a unos 1.100 millones. Así, en la parte inferior de la horquilla, la compañía ofrece un descuento del 30 por ciento y en la superior del 22 por ciento (una rebaja, eso sí, menor que la que se ofrecía en la valoración más baja del rango inicialmente anunciado, del 40 por ciento).
En 2005, el grupo estaba presente, además de España, en Portugal, Polonia, República Checa, Chile y Centroamérica. A cierre de 2015, tenía locales en 15 países, como Portugal, Polonia, Colombia, Perú, Rusia... La mitad de sus establecimientos está en España.