
Lierde, la sociedad en la que invierte su patrimonio personal la familia Alierta junto a otros inversores, reconoció ayer en su Día del Inversor que está barajando la opción de convertirse en un fondo de inversión si finalmente cambia el régimen fiscal de las sicavs. Una reflexión que viene después de la demonización que la mayoría de partidos políticos han acometido sobre estos productos durante los últimos meses, tildándolas de ser un producto ex profeso para los ricos cuando en realidad no es así: cualquier ahorrador puede invertir en ellas porque cotizan en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB); además, tienen el mismo tratamiento fiscal que los fondos de inversión (tributan al 1% mientras no se vendan las participaciones).
Así lo confirmaron ayer Juan Uguet y Carlos Val-Carreres, los gestores de esta sociedad: "Claramente, estamos barajando la opción de convertirnos en fondo de inversión. Estamos encima de este tema, pero intentamos transmitir tranquilidad a nuestros inversores dentro de que no sabemos mucho. Es el vehículo ideal, el único inconveniente que puede tener es que se les ocurra cambiar la fiscalidad por alguna razón, pero si esto cambia cambiaremos".
Pero la fiscalidad no es el único cambio que asusta al sector. Ya en el mes de diciembre el Partido Popular incluyó en su programa político que, de ganar, los accionistas de las sociedades de inversión de capital variable deberían tener una participación mínima del 0,55% del patrimonio para poder ser partícipe. Un cambio que los expertos creen que dificultaría el acceso del inversor particular a estos vehículos, cuyo nacimiento ha decrecido. Actualmente, los requisitos para crear uno son tener un patrimonio mínimo de 2,4 millones de euros y reunir a 100 inversores.
En su caso, la sicav del expresidente de Telefónica supera ligeramente los 800 partícipes. "Entendemos que hay un cierto estigma contra las sicavs, pero si Lierde hubiera existido en formato fondo no tendríamos estos inversores porque sencillamente no podrían haber accedido ya que es más difícil".
Telefónica pesa poco
Las principales posiciones de su cartera son Realia, Cancom, Lar España, S&T y Merlin Properties. Hay que mirar fuera de su top ten para encontrar a Telefónica que, de hecho, pesa un 1,6% de su cartera. "En principio la vamos a mantener en torno a esos niveles, del 1 ó 2%, que es lo que hemos tenido durante los últimos años", afirman Uguet y Val-Carreres. Así, le dan una valoración de 13 euros a la teleco, que a pesar de que tiene un potencial del 30% desde niveles actuales se sitúa por debajo de siete firmas de inversión que la siguen -ver gráfico-. "Telefónica está mejorando mucho en cuanto a rentabilidad, quizás tenía algunos problemas en países como Brasil, donde está mejorando los retornos. Esto es muy importante, es fundamental para invertir a largo plazo", justifican.
Eso sí, se muestran optimistas con el sector inmobiliario. "Merlin y Lar van a tener retornos de entre el 15 y el 20% en los próximos dos o tres años". También con la banca, que aseguran "vuelve a ser atractivo para el inversor después de muchos años en los que no lo era". De hecho, tienen a Banco Popular en cartera.
Un porfolio que a pesar de que en 2016 no está dando sus frutos, ya que cae un 1,6% en línea con el resto del mercado, a largo plazo sí lo ha hecho: su rentabilidad anualizada a tres años ha sido del 11%; y en la última década, del 5%.