
Dia acudió ayer al mercado de capitales para financiarse a través de una emisión de bonos por segunda vez en su historia y, como en la primera ocasión, la compañía logró batir un récord de financiación, colocando deuda a un coste nunca visto en España a ese plazo.
La compañía regresó al mercado casi dos años después de su primera operación aprovechando que en las últimas semanas las empresas españolas se han financiado a precios históricos. Dia captó 300 millones de euros con una emisión de bonos a 5 años por los que pagará un cupón anual del 1% -la rentabilidad que obtuvieron los inversores que acudieron a la operación ascendió al 1,119%-. Ninguna otra firma de la bolsa española había conseguido hasta ahora un cupón tan bajo en una colocación similar, ya que era la propia Dia la que mantenía hasta la fecha el récord a 5 años con su primera emisión.
En julio de 2014, la cadena de supermercados se estrenó con deuda con un cupón del 1,5% en un mismo día en el que Banco Popular y ACS cancelaron emisiones que tenían en marcha por la tensión que vivió el mercado. Casi dos años después, esa deuda, que vence en 2019, cotiza con una rentabilidad del 0,62% en el mercado secundario.
Pese a abaratar sus costes un 33%, el grupo de distribución se financia más caro de lo que hace el Tesoro Público a un vencimiento de 5 años. En la última subasta, de principios de abril, el organismo encargado de emitir la deuda pública española pagó un rendimiento medio del 0,569%. Dia cuenta con una calificación crediticia inferior al Reino de España. Moody's le asignó hace dos años un rating de Baa3 (el mismo que tiene esta emisión), un peldaño inferior al de la deuda soberana a largo plazo, y Standard & Poor?s le puso una nota de BBB-, dos escalones por debajo de la que esta agencia fija para España.
Los analistas esperan que Dia cierre el año con una deuda inferior a los 1.000 millones (unos 989) que supondrían solo 1,6 veces el beneficio bruto (ebitda) previsto.
La quinta que se anima
Dia es la quinta compañía española que aprovecha el apetito por los bonos corporativos europeos que ha despertado el anuncio de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), de añadir la compra de deuda empresarial con grado de inversión a su programa de estímulos (QE). La primera en salir a mercado y abrir esta nueva ventana de oportunidad para encontrar financiación más barata fue, hace dos semanas, Telefónica, a la que siguieron Red Eléctrica, Gas Natural e Iberdrola.