Raimundo Díaz
Madrid, 23 sep (EFECOM).- La bolsa tenía "ganas" de máximos desde hace tiempo y sólo esperaba el momento propicio, que llegó cuando, a mitad de la semana, el precio del petróleo se precipitó hasta las proximidades de los 60 dólares por barril ante las expectativas de una solución diplomática al conflicto nuclear iraní.
Se juntaron el hambre y las ganas de comer en las bolsas; los inversores tenían ganas de tomar posiciones y la caída del petróleo fue la chispa que hizo el resto.
El Ibex-35 marcó máximos anuales el miércoles y el jueves, rebasó ampliamente los 12.400 puntos y aunque el último día de la semana bursátil sirvió para que los inversores tomaran algunos beneficios, lo cierto es que la sensación global dejó muy buen sabor en el mercado.
El selectivo cerró en 12.389,50 puntos, con avances en la semana del 0,90 por ciento, y ya se encuentra a menos de 430 puntos de sus máximos históricos, allá por marzo del 2000, cuando la "burbuja tecnológica" permanecía intacta.
El gran protagonista de la semana fue el petróleo, que desde hace mes y medio inició una senda bajista y que estos últimos días la ha profundizado aún más, una vez que las palabras de los líderes de Estados Unidos e Irán ante la ONU hayan sido interpretadas, dejando a un lado las acusaciones mutuas, como una oportunidad a la solución diplomática.
Inmediatamente, el petróleo comenzó a bajar, gracias también a que los inventarios (reservas) estadounidenses de los derivados petrolíferos mejoraron ligeramente en el mes de agosto.
Al cierre de la semana, el "brent" cotizaba en torno a los 60,60 dólares, en la banda más baja de la horquilla que calculan los analistas para finales del ejercicio (60-70 dólares).
Otro de los focos de atención estuvo en la reunión de la Reserva Federal, que, si bien no inquietaba lo que en otras ocasiones, hizo que los inversores optaran por la prudencia hasta que se conoció la decisión de mantener los tipos invariables en el 5,25 por ciento.
Todo sobre ruedas: petróleo a la baja y tipos estables, el caldo de cultivo idóneo para la subida bursátil.
Los grandes del mercado español cumplieron su papel y acabaron con avances del 1,54 por ciento en el caso de Telefónica y del 0,90 por ciento para el Santander, aunque los mejores hubo que buscarlos en el sector eléctrico, donde la previsible "solución" del caso E.ON-Endesa, puede ser el inicio de nuevos movimientos corporativos.
Así, Unión Fenosa ganó un 5,71 por ciento en la semana; Iberdrola, un 2,38 por ciento, y Endesa, un 2,16 por ciento.
BBVA, sin embargo, descendió un 0,56 por ciento, después del extraordinario comportamiento de agosto.
Pero los grandes animadores de la semana no fueron ni los grandes valores ni el sector eléctrico, ya que en general pasaron algo inadvertidos, sino dos inmobiliarias, Metrovacesa e Inmocaral, ambas inmersas en operaciones de muy diferente signo, pero que en definitiva provocaron lo mismo: grandes subidas en sus cotizaciones.
Metrovacesa vivió durante la semana la resolución de la lucha de poder por el control de la compañía, una vez que concluyó la aceptación de las dos opas presentadas, con un claro triunfo de la impulsada por Joaquín Rivero, que ofrecía más (80 euros por título), frente a la de la familia Sanahuja (78,10 euros por acción).
Pero se equivocaron todos los que creyeron que ahí se acababa esta lucha por el poder, ya que el mercado sorprendió con una importante subida de los títulos de la inmobiliaria (el 24 por ciento en la semana), hasta los 96,35 euros, lo que pone de manifiesto que algo se cuece.
La otra inmobiliaria tocada por la fortuna fue Inmocaral, que cerró la semana con ganancias del 25,6 por ciento, una vez que se rumoreó que será una de las candidatas firmes a entrar en el Ibex-35, dado que su próxima fusión con Colonial la convertirá en la más grande del sector por capitalización.
Entre lo peor de la semana estuvo Inditex, que se dejó un 2,55 por ciento, dado que sus resultados no convencieron al mercado, así como varias de las empresas de medios de comunicación como Antena 3, que perdió un 4,61 por ciento; Prisa, un 2,35 por ciento, y Telecinco, un 1,67 por ciento. Algunos analistas lo achacan a la mayor competencia en el sector y, por tanto, al menor pastel publicitario.
El "chicharrazo" de la semana fue para Inypsa, que se revalorizó durante la semana un 40 por ciento, con motivo de su debut en la modalidad de contratación general en el Sistema de Interconexión Bursatil (SIBE), dado que su cotización en el sistema "fixing" le daba una menor visibilidad por su particular modo de negociación.
En las grandes bolsas internacionales, las condiciones no les parecieron tan propicias como en la española y todas terminaron con recortes, aunque no de grandes cuantías. Londres y Fráncfort cayeron algo más del 0,9 por ciento, París descendió el 0,06 por ciento y Nueva York, el 0,64 por ciento. EFECOM
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