Bolsa, mercados y cotizaciones

Los hoteles ofertarán su mejor consejo en 15 años si no sufren 'cancelaciones'

  • El euro y el crudo respaldan a NH y Meliá, pero una recesión puede lastrarlas

"El turístico y hotelero es, probablemente, uno de los sectores económicos con mejores perspectivas de crecimiento en la actualidad", reflexiona Antonio Pausa, analista de Intermoney Valores. No es una opinión aislada. El optimismo se ha extendido entre gran número de expertos y se ha trasladado a las dos grandes hoteleras españolas cotizadas: NH y Meliá. El consenso de mercado emite sobre las acciones de la primera la mejor recomendación desde 2001 -un mantener cercano al comprar- y vuelve a aconsejar adquirir las de Meliá, después de que la alarma terrorista desatada tras los atentados de París en noviembre y las incertidumbres sobre el crecimiento económico las hayan devuelto a precios de principios de 2015.

"Se siguen cumpliendo las dinámicas macroeconómicas: petróleo barato, un euro que sigue atractivo frente al dólar y se mantiene una menor competencia por parte de destinos comparables como Oriente Medio o el norte de África, lo que se refleja en un momento excelente del turismo español, que se traduce en cifras récord, tanto en gasto como en número de turistas", explica David Navarro, experto de Andbank, quien matiza que el único factor que no coincide respecto al inicio de 2015 es "el crecimiento económico".

Sonia Ruiz de Garibay, de Beka Finance, coincide en que "2016 va a volver a ser un año muy bueno para el turismo", lo que ya se ha dejado notar en los datos de enero publicados por el INE, mes en el que las pernoctaciones en establecimientos hoteleros subieron un 8,2% anual y la tasa anual de precios es del 3%, un 0,8% por encima de los niveles de un año atrás.

"El petróleo sigue cotizando a favor de las hoteleras porque se siguió abaratando en 2015 e incluso este año y aunque el dólar se ha apreciado en los últimos meses y se ha dejado notar en la menor llegada de turistas norteamericanos, se ha compensado con la recuperación del turismo doméstico", continúa Sonia Ruiz de Garibay, quien destaca que tanto "NH como Meliá están recogiendo los frutos de los esfuerzos de los últimos años para reducir costes y están apostando por segmentos premium para poder subir los precios".

Mejoras de beneficio

Este escenario propicia que las firmas de inversión esperen, de media, que Meliá cierre 2016 ganando un 170 por ciento más que en 2014, 86 millones de euros, un beneficio neto que no alcanza desde el 2007.

En el caso de NH, se estima que elevará sus ganancias hasta los 34 millones de euros, cifra a la que tampoco se acercaba desde el comienzo de la crisis, después de haber escapado de los números rojos este 2015. Un crecimiento que no ha evitado que la presión bajista sufrida por los mercados durante las últimas semanas haya llevado a ambas cotizar en mínimos que no visitaban desde 2014.

Precios que acrecientan su atractivo, según puntualiza Francisco Rodríguez, de Banco Sabadell, y favorecen que los analistas les concedan potenciales alcistas cercanos al 50% de cara a los próximos meses. Además, propician que Meliá cotice a un PER -veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción- de 23 veces, frente a las 31 veces a las que cotizaba en 2015; y que NH haya normalizado su PER en 34 veces tras publicar pérdidas desde 2012 a 2014.

Momento clave

El momento es el ideal para ambos grupos hoteleros por el enfriamiento de la alerta terrorista en Europa, por un lado, y la menor preocupación por el devenir de la economía global, gracias a la tregua en los mercados, por otro.

Respecto al impacto de los atentados en el turismo, Sonia Ruiz de Garibay, de Beka Finance, considera que tiene "un efecto puntual -sobre todo en el parqué- que se diluye porque París o España son plazas turísticas muy consolidadas", aunque admite que se dejó notar en "los ingresos conseguidos en el último trimestre del pasado ejercicio por NH en sus hoteles de Benelux".

Respecto a la desaceleración económica, David Navarro, de Andbank, recuerda que el de las hoteleras es "un negocio cíclico", que depende del crecimiento económico. "NH es una compañía muy endeudada y hay que tener en cuenta que cuando los problemas son financieros, el mercado castiga a los más endeudados", incide el analista. Se prevé que la deuda de NH se sitúe este año en cuatro veces su ebitda -beneficio bruto de explotación- frente las 2,2 veces en las que lo hará la de Meliá.

En el caso concreto del grupo hotelero de la familia Escarrer, Antonio Pausa, de Intermoney Valores, recuerda que "la estrategia del grupo sigue su curso, con renovado impulso expansivo". Algo que ha quedado demostrado con su entrada Irán. El experto añade que, "de materializarse la conversión del bono convertible emitido en 2013 a lo largo de 2016", se extraería una lectura muy positiva. "Está sujeta a acontecimientos difíciles de prever actualmente", advierte Antonio Pausa. Concretamente, que Meliá cotice por encima del precio de conversión, los 9,51 euros, a partir de abril, y que "el equipo directivo considere el contexto positivo para materializarla".

Meliá queda también pendiente de quién ocupe la Casa Blanca a partir de 2017 y de cómo actúe el nuevo presidente de Estados Unidos respecto al proceso de apertura abierto por Barack Obama en Cuba, donde gestiona el 45%o de las habitaciones y consigue una parte importante de de su cifra de negocio. "El grupo está consolidado en Cuba por lo que, aunque la apertura de la isla conlleve más competencia, se compensará con más negocio a repartir", considera David Navarro.

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