Bolsa, mercados y cotizaciones

"El inversor debe entender que habrá años de beneficios impresionantes y de pérdidas"

La única biofarmacéutica que cotiza en la bolsa española obtiene gran parte de sus ingresos de un acuerdo con Roche por una molécula que sirve para tratar la Leucemia. Ahora está centrada en realizar progresos en Ory-2001, un proyecto encaminado a tratar el Alzheimer

Hace algo más de dos meses que la biotecnológica Oryzon dio su salto al mercado. Y lo hizo apuntándose la mejor salida desde el año 2000, al revalorizarse un 36,5 por ciento. Carlos Buesa, director general de la compañía, cree que la firma tiene dos caminos: crecer y consolidarse o que un gigante compre la empresa. Sus principales armas son un acuerdo con Roche y el Ory-2001, una molécula que, si todo sale bien, va encaminada a ?como mínimo? retrasar o detener la progresión del Alzheimer.

¿Cómo explica el éxito de su estreno en bolsa, el mejor desde el año 2000?

Hay una concatenación de varios factores. Se había hecho un esfuerzo por presentar la compañía con un valor razonable y prudente, por lo tanto tenía un recorrido al alza interesante. También se intentó dar a conocer la empresa en diversos ámbitos, porque era la primera firma de este estilo que salía a la bolsa española. Era un animal diferente que había que explicar. Y, tercero, que tampoco había tantísimo papel.

¿Qué tipo de inversores componen Oryzon?

En la ronda de ampliación de capital de junio y septiembre eran cualificados. Pero ahora ha entrado mucho retail, gente que toma posiciones pequeñas porque la compañía le gusta, porque tiene un familiar enfermo? Están desde el bolsero que compra y vende hasta aquellos con un componente más filantrópico o de motivación personal.

¿Qué supone recibir la aprobación para iniciar la Fase I en el proyecto Ory 2001?

Supone un salto de valor muy importante. Pasar de tener un programa en preclínica a estar probando la molécula en seres humanos es un paso enorme y así lo reconocen inversores internacionales, farmacéuticas? El equipo de JP Morgan cree que el Alzheimer va a ser el segundo segmento de mayor crecimiento en el mercado farmacéutico y biotecnológico mundial, solo después de la inmunooncología. Prevén picos de ventas en los próximos años de 9.000 millones.

¿A qué va encaminada esta molécula?

Como mínimo, a retrasar o detener la progresión del Alzheimer, pero eso habrá que verlo todavía en humanos. Acabo de ir a Nueva York a una conferencia y las farmacéuticas se acercan a ti con un interés redoblado, pasas a otro nivel. Este año estaremos ocupados haciendo la Fase I (que mide seguridad, tolerancia...). La fase II lo que hace es ver los indicios de eficacia. Superando el aspecto de seguridad el interés se multiplica.

¿Qué más proyectos hay en la nevera?

Tenemos más moléculas para distintas enfermedades, pero es temprano para dar noticias. Hay una tercera (además de Ory-1001 y Ory-2001) en la que tenemos esperanzas, pero sería un poco prematuro decir algo.

La mayoría de los ingresos de la compañía dependen solo del acuerdo con Roche, ¿no es un problema esa poca diversificación?

En esto hemos insistido mucho al presentar la compañía a los inversores. Oryzon tiene ingresos discontinuos. En los próximos años vamos a lograr dinero por Roche, pero no sabemos si este año, el que viene, o dos veces este año. A los inversores hay que explicarles que un año podemos tener una cifra de beneficios impresionante, aunque la compañía no reparte dividendos y va a reinvertir esos beneficios, y otro año podemos tener pérdidas.

Pero según el folleto se plantean retribuir...

Claro, porque no quieres cerrar la puerta, pero no es el modelo de negocio. Oryzon tiene dos destinos: crecer para consolidarse y el día de mañana tener ventas y un medicamento en la calle, es decir, un modelo de recurrencia; o que un gigante de la industria se ponga cariñoso y te firme un talón. No hay muchos más caminos... Pero como dice Carol Gallagher, exdirectora general de Calistoga [comprada por Gilead] las empresas no se venden y si las vendes, mal. Las empresas te las compran y lo hacen cuando alguien cree que es una joya con potencial, que en sus manos puede valer mucho más.

¿Están abiertos a realizar adquisiciones?

Sí. Somos una empresa pequeña, pero, dentro de eso, tenemos una estructura, un know how, una experiencia, tenemos dinero, no mucho, pero algo sí, y tenemos papel. Tú puedes hacer una ampliación de capital y decirle a una pequeña empresa con un proyecto bueno que se suban al carro y que formemos, ya no un león, pero sí un ratón más grande.

Uno de sus propósitos es dar el salto al Nasdaq, ¿qué plazos y condiciones manejan?

Primero, unas condiciones de mercado que ahora no hay, y tampoco tenemos prisa. Segundo, vamos a aprovechar este estadío en la bolsa española para crecer. Eso significa avanzar los programas. Cuando empecemos la Fase II con el Ory-2001 sería un buen momento para saltar al Nasdaq, pero puede ser antes o después. Si por el camino encontramos una oportunidad corporativa que sea estratégica, si vemos una empresa en EEUU, por ejemplo, que nos guste, nos podemos fusionar y saltar juntos al Nasdaq.

¿Qué opina sobre medicamentos tan caros e inaccesibles como el Solvaldi?

No digo que las farmas no deban templar un poco su nivel de gastos internos y una serie de cosas, pero también es cierto que por cada fármaco que se aprueba hay 80 o 90 que no lo logran y hay que financiarlos. Las patentes te dan exclusividad 20 años, pero las agencias regulatorias cada vez piden ensayos más largos y complejos y cuando llegas al mercado solo quedan 10 años. Quizá valga la pena en algún caso extender las patentes a cambio de moderar los precios, sería algo similar a extender las concesiones de las autopistas. Las películas de ciencia ficción o el propio Doctor House nos enseñan otra realidad, pero los que hemos trabajado en un laboratorio sabemos que vamos la mitad del tiempo a ciegas, cuesta mucho este proceso.

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