
Dice el refranero español que las estadísticas están para romperlas... pero cuando están refrendadas de manera tan contundente como es el caso del aforismo de la Super Bowl parece, cuanto menos, complicado. Se trata de una correlación positiva entre el vencedor de la final y el comportamiento del Dow Jones Industrial durante ese ejercicio.
Cada año que gana la liga un equipo de la liga nacional de fútbol americano que hunde sus raíces en la actual conferencia NFC, el selectivo industrial registra alzas a final de ese año. Por consiguiente, cualquier victoria por parte de una franquicia de la conferencia opuesta, como es el caso de los Broncos de Denver, se traduce en una caída de dicho selectivo con un 80% de probabilidades.
Y así ha sucedido en esta ocasión. La que está considerada como una de las mejores defensas del campeonato -los menos puritanos se atreven a asegurar que incluso puede ser de las mejores de la historia- acabó por imponerse en la Super Bowl de este domingo a los Carolina Panthers, que era el equipo que aunaba las esperanzas de los alcistas. Por ello, ahora se espera, con un 80 % de probabilidad, que el Dow Jones acabe el ejercicio por debajo de los 17.425 puntos con los que arrancó 2016, algo que no parece muy complicado a tenor de las pérdidas superiores al 9% que acumula hasta ahora.
Puerta abierta a la esperanza
Pese a todo, aún queda una pequeña dosis de esperanza para los alcistas. Siempre que han ganado la Super Bowl los Broncos de Denver (ha ocurrido dos veces antes), este aforismo no ha funcionado.