
Tokio, 14 ene (EFE).- La Bolsa de Tokio cerró el primer tramo de la sesión con pérdidas superiores al 3 por ciento lastrada por la mala jornada precedente en Wall Street, los malos números de las plazas chinas y la debilidad de la inversión de capital nipona.
El selectivo Nikkei bajó al descanso 647,55 puntos, un 3,66 por ciento, hasta los 17.068,08 puntos.
El segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, retrocedió 50,56 puntos, un 3,51 por ciento, hasta las 1.391,53 unidades.
Tras el contundente avance de ayer, Tokio tardó menos de cinco minutos en borrar todas las ganancias de la víspera y fue ampliando pérdidas hasta dejarse algo más un 4 por ciento y quedarse al borde de perder los 17.000 puntos.
Aunque la caída se alivió ligeramente hacia el descanso, Tokio parece encaminada a su séptimo cierre en negativo en ocho jornadas, un infausto inicio de año marcado por las persistentes dudas sobre el rumbo de China, segunda economía mundial, y la caída libre de los precios del crudo.
El petróleo volvió a condicionar en la víspera la negociación en Wall Street, donde el Dow Jones y el S&P 500 se dejaron más de un 2 por ciento al conocerse que las reservas estadounidenses de crudo aumentaron la semana pasada y que su barril de referencia parece así destinado a seguir abaratándose.
A la mala jornada en el parqué neoyorquino se sumaron también los malos datos de pedidos de maquinaria japoneses del pasado noviembre (cayeron un 14,4 por ciento con respecto al mes anterior), lo que anticiparía una caída en la inversión de capital fijo en el país asiático.
También contribuyeron de nuevo las bolsas chinas, con Shanghái, Shenzhen y Hong Kong abriendo con pérdidas de en torno al 2 por ciento tras la mala jornada que se vivió el miércoles.
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