
La secretaria del Juzgado Mercantil número 10 de Madrid suspendió este miércoles la subasta del 33% de las acciones propiedad de Jomaca 98, la sociedad patrimonial de José María Castillejo, el presidente de Zinkia, por las que aún mantiene el control de la productora. Se trata de la tercera vez que se intenta la ejecución de estas acciones, que actúan como garantía de un crédito impagado y que, de ejecutarse, llevaría a Castillejo a perder el control de Zinkia, lo que llevó a éste a interponer un recurso de nulidad.
En concreto, todo obedece a un crédito que éste solicitó en 2006 a Bancaja (integrada ahora en Bankia) por valor de 16 millones de euros, un importe que se eleva actualmente a 18,69 millones sumando los intereses de demora. Miguel Valladares, el segundo accionista de Zinkia, recompró ese crédito a Bankia por 3 millones en agosto de 2013 y procedió a solicitar la ejecución de las acciones ante el impago.
La operación estaba prevista para enero de 2014, pero Castillejo la frenó solicitando el concurso de acreedores de su sociedad, Jomaca 98, la titular de las acciones, evitando así la pérdida de los títulos y, por extensión, el control de Zinkia. Porque de ejecutarse, Valladares, que ahora tiene un 11%, elevaría su participación al 44% mientras que la de Castillejo se diluiría al 31%.
El pasado 6 de abril, Valladares volvió a solicitar ante el juzgado de lo mercantil número 10 la continuación del proceso. Poco después se dio vía libre a que así fuera siendo la nueva fecha elegida para la celebración de la subasta el 11 de agosto. Entonces, una vez más, ésta fue suspendida al considerarse que "las acciones que Jomaca 98 tiene en el capital social de Zinkia son un bien necesario para la actividad de Jomaca 98", según fuentes a las que ha tenido acceso elEconomista.
Pero el proceso volvió a desbloquearse de nuevo y el pasado 14 de octubre el juzgado de lo mercantil número 10 fijó la ejecución para el miércoles. En esta ocasión, la presentación de un recurso de nulidad por parte de Castillejo obligó a paralizar de nuevo la subasta.
Ante ello, los accionistas minoritarios manifestaron este miércoles a través de un comunicado que esta acción "evidencia la utilización de Zinkia por parte de su presidente, que siguiendo las instrucciones de éste ha intervenido en una ejecución que afecta a su sociedad personal lesionando gravemente los intereses del resto de accionistas de la compañía".
Mientras tanto, ajenas a la lucha accionarial en la que se encuentra inmersa Zinkia, sus acciones repuntaron este miércoles un 8,33% en su tercer día de cotización en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), al que regresó el lunes después que su cotización permaneciera suspendida durante veinte meses. Cerró en los 0,78 euros, lejos de los 2,35 euros que llegó a tocar en noviembre de 2009 (su máximo histórico), solo unos meses después de convertirse en la pionera en debutar en el MAB.