
2015 se anunciaba como el año de la renta variable europea. Tras cinco años con los ojos puestos en Estados Unidos, el interés general se tornó hacia el Viejo Continente. A la vista del programa de flexibilización cuantitativa (Quantitive Easing) y las expectativas de un mayor crecimiento, tanto del Producto Interior Bruto (PIB) como de beneficios empresariales, los inversores apostaron casi unánimemente por esta clase de activo. Sin embargo, septiembre ha puesto punto a final al peor trimestre bursátil desde el año 2011. La inestabilidad por China en los últimos meses y las perspectivas respecto al crecimiento global avalan las inquietudes de los inversores. ¿Pueden estas preocupaciones eliminar todo rastro positivo del Viejo Continente?
Diego Franzin, director de renta variable para la región de Europa de Pioneer Investments, asegura que "los principales argumentos para invertir en renta variable europea no han variado a medio plazo". Una de las razones son las expectativas de ganancias de dos dígitos: "Europa ha superado a Estados Unidos por primera vez en la era post crisis en términos de crecimiento basado en beneficios por acción", añade. Los datos así lo corroboran. Según la media de bancos de inversión que recoge FactSet, el BPA (beneficio por acción) del S&P 500 experimentó un crecimiento anual del 6,7 por ciento el año pasado frente al 8,2 por ciento del Stoxx 600, fue la primera vez desde 2010 que Europa superó a Estados Unidos y los expertos, pero esperan que vuelva a repetirse este año. Estiman que el beneficio por acción de las compañías del índice estadounidense crezca solo un 0,5 por ciento en 2015 frente al año anterior, por el contrario, que el de las europeas se incremente en más de un 3 por ciento -ver gráfico-.
Una tendencia que rompe con la de los años previos. En 2008 y 2009, cuando la crisis de Lehman Brothers acababa de estallar, los beneficios de las empresas tanto estadounidenses como europeas no hacían otra cosa que caer. Ahora bien, mientras las del otro lado del Atlántico se recuperaron en 2010, las del Viejo Continente no lo hicieron con la crisis de los periféricos. Lo están haciendo ahora y a ritmos de crecimiento más fuertes.
En ese sentido, Igor de Maack, Portfolio Manager en DNCA, asegura que "este año podría ser otro más de un tímido crecimiento del BPA, ya que a comienzos de año los inversores esperaban una fuerte revisión de las ganancias en Europa. No obstante, el Viejo Continente será mucho más sólido en crecimiento del BPA que Estados Unidos o China".
Lo que parece estar claro es que en los próximos trimestres veremos crecimientos. Por eso, Franzin, de Pioneer Investments, añade: "No me extrañaría que la bolsa europea terminara 2015 en terreno positivo, el mercado tiene que reflejar esta mejora de beneficios".
Una continuidad que también ven desde Banca March: "Las bolsas seguirán apoyadas por los beneficios empresariales aunque han aumentado ligeramente las revisiones a la baja de éstos, en gran parte debidas al deterioro de las expectativas en los sectores de materias primas".
Entre las compañías del Stoxx 600 que más se prevé que incrementen su BPA entre 2015 y 2017 están BG Group (un 146 por ciento), Eni (un 117 por ciento), LafargeHolcim (un 89 por ciento) y la española BBVA, cuyo beneficio por acción se prevé pase de 0,58 a 0,91 euros en dos años (57 por ciento).
Muchos todavía son cautos
La mayoría de los expertos están de acuerdo con esta mejora de los resultados empresariales. Ahora bien, algunos también consideran que las perspectivas del mercado de incrementos de doble dígito son demasiado optimistas, al menos, por ahora. Uno de ellos es de Paul Markham, gestor de Newton, parte de BNY Mellon: "Veríamos bastante difícil de conseguir un crecimiento de los beneficios del 10 por ciento en Estados Unidos. En la zona euro, que viene de una base más baja, puede alcanzarse este dígito más fácilmente, pero de ninguna manera es un hecho".
De igual modo, Miguel Casas, de DiverInvest, cree que "a pesar de los últimos bandazos de las bolsas por Cataluña, Grecia, China y demás riesgos geopolíticos la temporada de beneficios está siendo bastante buena. Un ejemplo es que en Europa el 57 por ciento de las compañías han superado las expectativas de beneficio por acción y las valoraciones de las empresas han mejorado. Gran parte de esta mejora se debe a que los precios han estado cayendo más rápido que las revisiones de estimaciones a la baja. No obstante, somos bastante cautos y pensamos que crecimientos del 10 por ciento en BPA son demasiado optimistas en un mundo low growth, low inflation [bajo crecimiento, baja inflación]", justifica.
Un argumento que también defiende José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España: "Me cuesta creer que habrá incrementos de los beneficios de dos digitos en Estados Unidos y Europa en 2016 y 2017 con crecimientos económicos de 2,5 y 1,5 por ciento, respectivamente; y con la inflacion por debajo de 1,5 por ciento. Creo que los precios actuales de las bolsas ya están descontando un menor crecimiento, los analistas son los que aún no los han ajustado. Solo es cuestion de tiempo", concluye en este sentido.