La volatilidad de los últimos meses, donde la debilidad en el crecimiento económico en China y EEUU así como los precios del petróleo han causado estragos en los mercados mundiales, pasa factura a las estimaciones de Goldman Sachs. En un informe publicado por el equipo liderado por David Kostin, estratega jefe para EEUU del banco estadounidense, la entidad rebajó hasta los 2.000 puntos su valoración del S&P 500 de cara a finales de este año, lo que supone un repunte de alrededor del 6% desde los niveles actuales.
Kostin también rebajó sus previsiones del beneficio por acción de los componentes de este indicador hasta los 109 dólares por título desde los 114 dólares previos, lo que representa una caída del 3% con respecto a las cifras cotejadas el año pasado. Esta renovada debilidad también se extiende hasta 2016, cuando Goldman estima que el S&P 500 crecerá un 5%, hasta los 2.100 puntos.
Para entonces, el beneficio por acción de los componentes del S&P 500 rondará los 120 dólares, seis dólares por debajo de la anterior previsión realizada por el banco. En 2016, Goldman espera que la economía de EEUU crezca a un ritmo del 2,4% mientras que el mundo lo hará un 3,7%. El Brent rondará los 50 dólares. Con estas proyecciones, Kostin y su equipo observan un crecimiento de los ingresos del S&P que alcanzará el 5%, un incremento neto en los márgenes del 9,1% y un crecimiento en los beneficios por acción de un 10%.
El estratega jefe de Goldman recomendó a sus clientes centrarse en compañías con un elevado porcentaje de sus ventas centradas en EEUU. Al mismo tiempo, también animó a incluir en las carteras compañías con retribuciones de capital a sus accionistas, en forma de dividendo o recompra de acciones. Tampoco dejó de lado a compañías de calidad, con un balance fuerte y previsiones estables.