
No solo el mundo está inundado de petróleo. También de diésel. Y por culpa de China: el gigante asiático consiguió el mes pasado un récord de exportaciones de este combustible. La debilidad de su economía ha forzado a las refinerías a enfocarse al exterior para deshacerse de sus excedentes.
"Mucho de esto tiene que ver con la ralentización de la demanda en un momento en el que las compañías tenían unas previsiones mucho mejores y habían incrementado su capacidad", explica Ivan Szpakowski, estratega de materias primas de Citigroup. "La caída de la demanda ha provocado una sobre capacidad en el mercado doméstico y los productores buscan exportarlo".
De este modo, el diesel es uno más de la lista de productos Que China trata de colocar en el mercado (como el acero y el aluminio) que están provocando un empacho global que ha hecho que los precios se hundieran a mínimos no vistos desde la crisis financiera. Y esto está teniendo graves consecuencias para las empresas.
Por ejemplo el margen de refino (crack) por diesel en Singapur, principal centro de comercio de petróleo en Asia, se ha hundido un 30% interanual, según las estimaciones de Ehsan Ul-Haq, analista de KBC Advanced Technologies. "El mundo se está convirtiendo en un océano de diésel", añade Ul-Haq. "La demanda en China no es la prevista y las refinerías chinas se están orientando a la exportación".
Los datos corroboran esta impresión. Las exportaciones de gasoil chinas se depararon un 77% interanual en agosto, según los datos oficiales chinos. "Inevitablemente, esto impedirá que los márgenes en Asia suban", añade David Wench, de JBC.
Esta sobreabundancia de diésel podría persistir por otro acontecimiento no esperado: el escándalo de Volkswagen sobre las emisiones de sus vehículos con gasoil, lo que también podría afectar más a la demanda de este combustible, como recuerda Gareth Lewis-Davies, estratega senior de energía en BNP Paribas.
"Si como consecuencia del tema Volkswagen el crecimiento de la demanda se ve afectado, esto implica que el actual exceso en el mercado de productos derivados tardará más en disiparse", añade Lewis-Davies, quien no obstante puntualiza que el efecto será a largo plazo.
La expansión económica de China se está ralentizando y parece difícil que alcance el objetivo del 7% del Gobierno. Diversos datos macro, desde la producción industrial a la inversión pasando por el PMI manufacturero están en niveles mucho más bajos de lo previsto.
Esta menor actividad del motor industrial chino está haciendo que las empresas se dediquen a exportar materias primas industriales. En el caso del diésel, el principal destino está siendo Singapur.