
El primer año de Ana Botín al frente del Santander no ha sido nada fácil. Desde la ampliación de capital, pasando por el 'crash chino' y la desaceleración de Brasil, de donde provienen buena parte de sus ingresos, la entidad cántabra se ha convertido en la que más puntos le resta al Ibex, más de 686 con una caída cercana al 33,2%.
En estos 12 meses, Botín ha tomado distintas decisiones tales como la sustitución del consejero delegado Javier Marín por José Antonio Álvarez, hasta entonces director general financiero. Además, sustituyó a consejeros cercanos a su padre tales como Fernando Asúa, Abel Matutes e Ignacio Benjumea por otros de procedencia internacional, principalmente de Reino Unido, filial que presidió hasta el pasado ejercicio.
Sin embargo, fue la ampliación de capital de 7.500 millones que realizó el 8 de enero además de reducir el dividendo un 66%, aunque elevó la parte que se entrega en efectivo, una de las decisiones que más afectó en el parqué a la entidad. El banco cayó en bolsa entonces un cerca de un 14,1%, hasta los 5,89 euros.
La entidad logró recuperarse y marcó máximos del año el 13 de abril en los 7,15 euros. Sin embargo, desde entonces ha corregido cerca de un 28%, lo que lleva a sus títulos a atacar los 5 euros por acción, zona en la que no se encontraba desde 2013.
El 'crash chino' y la crisis en Brasil son dos de los aspectos que más preocupan al mercado en la actualidad. Y es que, la agencia de rating Standard & Poor's rebajó la nota de la filial del Santander en Brasil que ya tenía el nivel de bono basura. Un día antes, la misma agencia retiró el grado de inversión a la deuda pública del país suramericano. La economía brasileña se encuentra inmersa en un proceso de estanflación ya que sufre una aguda recesión económica mientras que la inflación se encuentra cerca del 10%.
A cierre de 2014, el 27,9% de los ingresos de la entidad presidida por Ana Botín provenían de Brasil mientras que el 7,1% lo hacían de México, donde su filial, de los bancos más importantes del país, registró una caída de su beneficio del 7,1% en el primer semestre. La economía mexicana, si bien no presenta tantos problemas como la brasileña, se está viendo afectada por el desplome del precio de crudo, una de las industrias más importantes del país.
Además, la recomendación del sector bancario español no ha parado de deteriorarse en los últimos meses, algo de lo que no ha escapado el banco cántabro. El 60% de los analistas que le siguen recomiendan mantener sus títulos según fuentes de Bloomberg. Entre estas firmas de inversión se encuentran Société Générale o Kepler Cheuvreux.