
Un "pesimismo inequívoco" se ha adueñado de los inversores a lo largo y ancho del mundo. Al menos eso señala Michael Harnett, experto de Bank of America Merrill Lynch, en la última encuesta realizada por el banco estadounidense. En el sondeo se puede observar como el panorama comienza a parecerse más y más al escenario sufrido por la economía mundial hace siete años.
"Los gestores han recortado sus posiciones en acciones y materias primas hasta niveles de 2008 para buscar alternativas en la renta fija, que alcanzan ya su mayor incremento de inversiones desde mayo de 2013", señala Harnett en un informe distribuído entre sus clientes. Las posiciones de efectivo, es decir dinero contante y sonante, han subido un 5,5 por ciento hasta niveles de 2008. Al mismo tiempo, el número de inversores dispuestos a tomar posiciones de riesgo ha caído hasta mínimos de los últimos 3 años.
Otras características que apuntan a un debilitamiento, según el sondeo de Bank of America, es la desinversión en renta variable, con muchos inversores deshaciendo posiciones en activos nipones e ingleses, en busca de mayor "calidad". Esta situación comienza a hacer mella en la economía real, cuya percepción se ha deteriorado hasta niveles no vistos desde julio de 2012.
En estas circunstancias, Harnett estima que "el pesimismo inequívoco apunta hacia un rally, en el caso de que la Reserva Federal no suba tipos". "Si no hubiera ninguna manifestación en este sentido, entonces los mercados estarían insinuando una recesión o un default inminente", aclara.
No debemos pasar por alto que, a comienzos de semana, Citi proclamaba como su escenario base "una recesión global en 2016". Un hecho que estaría propiciado principalmente por el debilitamiento en China. "De todos los posibles escenarios de riesgo, el que describe una crisis es, en términos realistas, el que tiene más probabilidades de materializarse", indicaba el economista jefe de Citi, Willem Buiter.
Buiter dejaba claro que el banco cuenta como escenario principal "una recesión mundial a partir de 2016, encabezada por China". "La incertidumbre se mantiene, pero la probabilidad de una respuesta política oportuna y eficaz parece estar disminuyendo", justificó este experto. Para su equipo, el posible aterrizaje brusco de la segunda mayor economía de mundo es un "escenario cada vez más probable". Una situación que arrastraría a otros mercados emergentes y lastraría a la economía mundial hacia una recesión "moderada" el año que viene.